Se llamaba Carlos Parra Castillo y tenía 48 años. Los que le conocían le definían como "luchador, vitalista, progresista y comprometido con los más débiles". Él mismo se definía como "de la verdadera izquierda". Creía en la utopía y, según dicen, no había obstáculo que le frenara. Creía en un mundo mejor y luchaba por ese mundo. Le gustaba la buena música (Beatles, Led Zeppelin...) y "el buen cine en general" (como queda señalado en su perfil de Facebook).
La fatalidad se cruzó en su camino. La muerte y el destino son inexorables, obstáculos que ni él pudo salvar. Su coche se cruzó con el del torero José Ortega Cano. El torero se encuentra, desde entonces, en estado grave, luchando por vivir. Carlos Parra no tuvo esa opción. Murió en el accidente, en el puto accidente. Las circunstancias que rodean al accidente aún no están esclarecidas. Aún así, sigue siendo una muerte muy injusta (¿hay alguna que sea justa?).
No conocía a Carlos Parra, pero su muerte me ha impactado mucho. Como la de otras personas que no conocí. Pero en esta ocasión hay una diferencia: su muerte no ha sido mediática. A los medios de comunicación les importa más el estado de salud de Ortega Cano, porque es famoso. No importa las circunstancias que rodean al accidente, ni quién era la persona que viaja en el otro coche. Esa persona fue anónima en vida (fuera de su pueblo) y lo ha sido hasta en su muerte. Mientras he escrito esta entrada he llorado, lo reconozco. Por lo injusta que es la muerte, y lo injustos que somos los que nos quedamos aquí.
viernes, 3 de junio de 2011
¿Quién era Carlos Parra?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
¿Ves? Yo tampoco sabía nada de él, porque a los medios solo les interesa el otro. Buena reflexión, me ha dado que pensar, te lo digo en serio.
Un abrazo.
Me alegro de que te haya gustado.
Un abrazo.
He leido el comentario a la muerte de Carlos Parra... es verdad lo que dices... Soy vecina de Castilblanco y creo que es lo que pensamos muchos aqui... Una gran perdida sin duda
Mi pésame para su familia, y para todos los que le conocíais.
Publicar un comentario