En el 2010, una noticia que pasó desapercibida: "Trabajadores" chinos (lo entrecomillo porque turnos de dieciséis horas, seis días a la semana, me parece más bien esclavitud) se suicidaron en masa antes de la salida del iPad, el último aparatito tecnológico de moda.
También de China era el adolescente que hace unos días vendió uno de sus riñones para comprar un iPad y un iPhone. No murió, pero es evidente que ha puesto su salud en riesgo por tener unos aparatitos nuevos.
Es lo que tiene el capitalismo salvaje, exige vidas que sacrificar. Y esto no sólo pasa en China, país que lleva tiempo abriéndose a los encantos del capitalismo. Recordemos que en nuestro querido Occidente son habituales las noticias de cadenas comerciales que organizan rebajas temporales que pueden acabar bastante mal.
jueves, 9 de junio de 2011
Morir por un iPad
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario