miércoles, 1 de junio de 2011

Nuestro dinero sirve para pagar obras franquistas

Imaginemos por un momento que en Alemania se publicase una obra llamada Diccionario biográfico alemán en el que, entre otras cosas, se dijera que Hitler no fue más que un autoritario. Y encima, pagado con dinero público.
Pues bien, ahora volvamos a nuestra querida España. Más de 6 millones de euros públicos ha costado la publicación, por parte de la Real Academia de la Historia, del Diccionario biográfico español, proyecto iniciado en 1998, con Aznar al frente del Gobierno.
En este diccionario se ensalza la figura de Franco, al que en todo momento se trata de desvincular de las dictaduras facistas totalitarias (el franquismo es calificado como un régimen "autoritario, pero no totalitario"). Además, el golpe de estado del 36 se convierte en un pronunciamiento militar Eso sí, no hay problema para calificar al Gobierno de Negrín como "prácticamente dictatorial". Y tampoco en decir que Carrillo "instauró una política de terror".
Pero no sólo se limita a manipular acontecimientos de la guerra civil y el franquismo. También lo hace con dos políticos que inmpulsaron la creación de esta obra: José María Aznar y Esperanza Aguirre (cuando fue ministra de Cultura).
De Aznar se dice que emprendió, además, un vigoroso proceso de privatización de importantes empresas públicas (Telefónica, Repsol, Enagas, Endesa, Corporación Siderúrgica Integral, Santa Bárbara, Argentaria e Iberia). Mediante tan ambicioso programa de privatizaciones, consiguió [...] que el Gobierno redujera la participación del Estado en Bolsa desde un 10,87 por ciento en 1996 a tan sólo un 0,52 por ciento en el año 2004. También se dice que tuvo sus reservas ante la tregua etarra del 98 (no se habla de los presos que acercó) y se achaca su derrota al "aprovechamiento, desde la Oposición socialista, del hundimiento del petrolero Prestige".
De Esperanza Aguirre también se alaban sus privatizaciones (en este caso, del servicio de recogida de basuras, una privatización que también es calificada de "vigorosa"; al parecer, esta gente tiene obsesión por las privatizaciones "vigorosas"). También se destacan dos incidentes, el del helicóptero de Móstoles y el de los atentados de Bombay: "En estos episodios, no pocos observadores vieron, al lado del beneficio de la suerte, una capacidad especial paraadoptar decisiones rápidas en situaciones críticas o para adaptarse a lo inesperado".
Un último dato: la reseña de Franco fue escrita por Luis Suárez, que preside la Hermandad del Valle de los Caídos. Y sobre todo, el dato que más nos debe escandalizar: esta obra se ha pagado con nuestro dinero.

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