martes, 17 de noviembre de 2009

Crítica a la opulencia

El Papa Benedicto XVI condenó la "opulencia y el derroche" ligados a la especulación económica, financiera y alimentaria, mientras en el mundo se extiende el hambre, "el signo más cruel y concreto de la pobreza".
Acto seguido (supongo), Benedicto XVI se ha marchado a su "choza" a meditar. Tras meditar sobre sus críticas, se confesó y se volvió a dormir con la conciencia tranquila por lo bien que le había quedado el discurso.

2 comentarios:

Paco Becerro dijo...

Se descalzó sus zapatos de Prada, se pusó su camisón de papa, sacó uno a uno sus anillos y sortijas...

... y se echó a dormir tan tranquilo.

Kurtz dijo...

Ya puede dormir tranquilo, ya.