En los años 90, el director polaco Krzysztof Kieslowski dirigió dos de sus sagas de películas más conocidas: Tres colores (inspirándose en los colores de la bandera francesa y formada por las películas Azul, Blanco y Rojo) y Decálogo (realizada para televisión e inspirada en los diez mandamientos).
Precisamente, la quinta película de aquel Decálogo ya había sido dirigida por el propio Kieslowski en 1988. La película se llamaba No matarás y fue la que le dio fama al director polaco en el resto de Europa.
Esta No matarás sigue la historia de tres personas cuyas vidas se cruzarán. Un taxista, un joven campesino y un estudiante de Derecho. El campesino, quien ya se nos revela desde el principio como una persona trastornada, coge un taxi para ir a los suburbios, donde acaba asesinando con una piedra al taxista. Su defensor en el posterior juicio será el estudiante, ya con la carrera terminada.
La película es simplemente brutal. La secuencia del asesinato es larga y dura, difícil de soportar (y no precisamente por ser gore). La banda sonora también sobresale y, sobre todo, esa magnífica fotografía y el simbolismo, sobre todo al principio, en que ya se nos presagia las muertes.
Una duro alegato contra el asesinato, ya desde el mismo título. Sea el asesino un joven trastornado o el propio Estado con la pena de muerte, el asesinato es completamente injustificable.
domingo, 29 de noviembre de 2009
No matarás
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2 comentarios:
Una película extraordinaria, que recuerdo bien.
Salut i una abraçada!
Me impactó muchísimo, la verdad. Conviene tener muy presente su mensaje.
Salut i una abraçada.
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