Expediente Anwar (otro ejemplo de traducción horrible de título, pues el original era Rendition) es una película que expone los métodos arbitrarios, crueles e intolerables que utiliza Estados Unidos en su guerra contra el terrorismo internacional.
La película comienza con un atentado en una ciudad del norte de África (no se especifica cuál). En dicho atentado muere un agente estadounidense, que es sustituido por otro más joven (Jake Gyllenhaal; creo que ya lo he dicho otras veces, pero me encanta este actor desde que lo vi en Donnie Darko). Paralelamente, un ingeniero estadounidense, de origen egipcio, es literalmente secuestrado cuando vuelve a Estados Unidos por el propio Gobierno estadounidense y trasladado secretamente a una cárcel en el país donde se produjo el atentado. Allí es interrogado y torturado porque lo creen culpable de dicho atentado.
La mujer embarazada del ingeniero (Reese Witherspoon; buena actriz cuando no se mete en comedias absurdas) removerá cielo y tierra para encontrar a su marido.Pero una vez y otra chocará con políticos y burócratas que tratarán de ignorarla, pues sus preguntas y ruegos son demasiado incómodas.
La última historia que podemos ver en esta película es la del policía que interroga al ingeniero. Un hombre brutal que no duda en los beneficios de una buena tortura al más puro estilo Inquisición del siglo XXI. Lo que no sabe es que su hija está saliendo con un joven integrista.
La película es un mazazo directo a la conciencia estadounidense; un país que secuestra, tortura e interroga a un hombre simplemente porque es de origen musulmán. En un momento de la película, Meryl Streep (que aquí interpreta un papel en las antípodas de aquella periodista que interpretó en Leones por corderos) dice que Estados Unidos no tortura a nadie en cárceles extranjeras. Si atendemos a lo que vemos en la pantalla (y obviamos casos como Abu Ghraib o Guantánamo) esto es cierto. Los agentes estadounidenses no torturan. Pero tener a un agente presente en esos interrogatorios los convierten en responsables igual que si el torturador fuera uno de su país.
Ya por último, quiero destacar una frase de Benjamin Franklin (estadounidense) que siempre me ha gustado: "Quien sacrifica su libertad por su seguridad, no merece ni lo uno ni lo otro".
8 comentarios:
No vi la película, pero por la sinopsis que excelentemente ofreces, creo que está parcialmente basada en un hecho real, el del ingeniero canadiense de origen sirio "Maher Arar" (puedes ver el caso en la página de Amnistía internacional).
Intentaré verla, a ver si la consigo
Un saludo
EEUU es un pais de cínicos, que no duda en torturar y masacrar en el nombre de la libertad, aunque no se a que libertad se refieren, mas bien es en el nombre de sus propios intereses, por encima del resto del mundo, por encima de derechos humanos y por encima de la legalidad.
Yass: pues la verdad es que no había caído, pero es un caso muy parecido.
Un saludo.
Isabel: es algo así como: "haz lo que yo digo pero no lo que yo hago. Os vamos a meter una (falsa) democracia os guste o no. Y si os quejáis, tenemos montones de cárceles ilegales por todo el mundo. Y cuidado si tenéis un tono de piel más oscuro de lo normal".
Bueno, Winfried, no te ofendas que algo de razón tiene (por culpa de Bush, que conste).
No, no estaba ofendido, estaba siendo cinico...
Ah, OK.
Oye Kurtz, Hablando de peliculas, no sabes si en España pueden alquilar peliculas por medio del iTunes? Es super chevere asi no hay que ir a alquilarlas .
Pues sinceramente no lo sé.
De todas formas, te diré que lo de alquilar películas ha perdido popularidad por estas tierras (de hecho, la cadena Blockbuster cerró hace unos años todos sus locales en España). Aquí la gente es más partidaria del Emule o el Ares, donde te puedes descargar películas y series de forma totalmente gratis (e ilegal, ya puestos).
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