¡Viva el orden!

Se suele decir que la policía es la garante y guardiana del orden público. Pero, ¿qué pasa si la policía también demuestra que las normas les importan un pito?
Me explico: ayer volvía a mi casa a hacia las nueve de la noche cuando, al disponerme a cruzar un paso de peatones, tengo que volverme atrás porque venía hacia mí un coche. Un coche sin luces (ni siquiera la de los faros) y que pude ver que se trataba de la policía local. La pareja de su interior, que iba hablando, ni siquiera hizo ademán de frenar el coche.
Algunos sacarán la excusa de que son actos aislados dentro del Cuerpo. Pero son ya demasiados "actos aislados". Como aquel coche policial que, debido al exceso de velocidad que llevaba, provocó el accidente de un autobús escolar. Se sacó la excusa de que el coche policial había sido robado, pero lo cierto es que algunos policías aprovechan su placa para descargar adrenalina con la velocidad. Recuerdo una vez, saliendo del cine ABC Park a la una de la madrugada, cuando un coche policial entró en la calle Roger De Lauria, encendió la sirena y aceleró al máximo. Cuando se le acabó la calle y se metió en Colón, apagó la sirena y continuó la marcha a una velocidad correcta.
Y por si se quieren más "hechos aislados", y aprovechando que ahora el ayuntamiento pretende recuperar el dinero que gasta con multas de aparcamiento, espero que multen a esos agentes que patrullan por el Cauce y aparcan el todoterreno en algún jardín. Porque eso es aparcar mal, ¿no?
En fin, no sé cómo se comportará la policía local en el resto de España, pero aquí deberían recibir un toque de atención.