jueves, 27 de diciembre de 2007

Los olvidados

Inspirado, o más bien espoleado en mi conciencia, por Desesperada he decidido publicar esta entrada que aún no había encontrado un hueco en mi blog.

Quien haya caminado por las calles de Valencia a altas horas de la noche (incluso antes, cuando la noche ya empieza a ser noche, si la luz de las farolas no nos impide ya distinguir la noche del día), podrá ver una estampa que, a cualquiera con conciencia le partiría el corazón: indigentes durmiendo en los cajeros automáticos de los bancos. Sin duda, es una de las paradojas de nuestra sociedad consumista: alguien sin nada durmiendo junto a una máquina de hacer dinero. Parece una viñeta de El Roto.

A principios de este mes, la paradoja se hizo más evidente cuando vi durmiendo a un indigente en la misma puerta del ayuntamiento. Allí se protegía del frío de la noche, en la puerta de un ayuntamiento que apenas hace nada por esta gente. Valencia es la única gran ciudad de España sin centro de acogida para inmigrantes y, además de escasear, los albergues para los sin techo no están en condiciones óptimas. Vamos, que más valdría que el ayuntamiento no se preocupase por este tema.
Después nos quejaremos cuando veamos a alguien durmiendo en un parque o meando entre los arbustos (otro problema de Valencia, la falta de váteres público; ya podían traer alguno de los que sobran en Pamplona).

Y ahora llegan las fechas que llegan y nos gusta fingir que nada pasa fuera, que somos felices junto a nuestra familia aunque no los veamos el resto del año y aislarnos del resto del mundo.

Y si esto pasa a nivel local, a nivel mundial tampoco estamos mancos a la hora de olvidar. ¿Cuántos conflictos suceden en África sin que hagamos el menor caso? Sólo miramos cuando algún occidental sale perjudicado, caso de Chad y la falsa ONG o Somalia, donde han sido secuestradas una médica española y una enfermera argentina.

Si a alguien le interesa, en Pakistán ha sido asesinada Benazir Bhutto (junto a unas catorce personas más). Pero supongo que preferiremos no enterarnos de estas desgracias (tranquilos, no voy a poner ninguna imagen escabrosa del atentado; pero permitidme poner, al menos, la de su último mitin).



Es posible que mañana ya no sepamos nada sobre esta noticia, ni siquiera que recordemos quién era Benazir Bhutto.

Quizá se deba a que las noticias sólo nos afectan cuando es nuestro bolsillo el amenazado, como muy bien han protestado en Salamanca.


Feliz época de hipocresía y olvido... perdón, quería decir, feliz Navidad.

6 comentarios:

Eleonor dijo...

la noticia me ha sorprendido la muerte de Benazir Bhutto mientras que iba en el coche. Y otra vez siendo la radio la que me abriera de nuevo los ojos... El sonido de palabras incomprensibles para mí, anunciando la mala noticia ha sido demodelor para mí.

"Unos hablan sin saber que otros callan la verdad" Por eso agradezco que, entre tantas felicitaciones en e-mails y por sms, hayas podido abrirme los ojos y dejarme no olvidar, con un estilo en la redacción que, por cierto, me ha gustado.

Un Saludo.

Kurtz dijo...

Me agrada que elogies mi forma de redactar y que te impacte.
He llegado a pensar, a veces, que soy el único que por estas fechas sigue viendo lo mal que va la sociedad, pero tras leer la entrada de Desesperada y tu comentario, veo que no lo soy.
Un saludo.

Desesperada dijo...

yo también pensaba que era la única... normalmente en estas fechas esas cosas te duelen más, no sé cómo explicarlo, parece que todo debe ser perfecto... y nada más lejos de la realidad. biquiños, kurtz

Kurtz dijo...

Se nos ha hecho creer que esta época es diferente al resto del año, pero es evidente que no lo es.
Biquiños.

Alicia Mora dijo...

Muy buen post..
Sólo espero que no olvidemos y que aprendamos de los errores.
Besos

Kurtz dijo...

Gracias.
Aunque ya sabes lo que dicen: "el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra". Creo que ya hemos tropezado demasiadas veces en la misma piedra.
Besos.