Piratería

Ayer, dentro del programa de Cuatro Callejeros, emitieron un reportaje titulado Falso, en torno al tema de cómo llegan toda clase de productos falsos a la calle y a nuestras manos (por cierto, la mayoría de productos falsificados que se venden en España entran por el puerto de Valencia).
Empezaré diciendo que me parece una auténtica chorrada que haya gente que, por no poder pagarse un bolso o un jersey de una marca importante, decidan comprar el mismo producto en versión falsa. Sólo por aparentar.
Tampoco me parece lógico la compra de películas pirateadas. Que son baratas, vale. Pero no entiendo cómo puede haber gente que, por ahorrarse unas perras, pueda ver una película en tan ínfimas condiciones de calidad.
Lo que voy a decir a continuación parecerá contradictorio con lo que he dicho hasta ahora, pero yo no lo veo así. Ahora que se ha ampliado el canon digital (el canon no ha sido inventado por el PSOE, ya lo pagábamos por los vídeos y las cintas VHS, y el canon digital fue aprobado en el año 2000, y nadie protestaba entonces), voy a hacer algo que nunca pensé que haría: animar a todo el mundo a que se descargue películas y música de Internet. Pero sólo lo apoyaré si esas descargas son para uso privado.
Ya que nos van a cobrar por considerarnos delincuentes, delincamos sin miedo ni cargo de conciencia.