Cuando hay terrorismos que no se condenan

Últimamente se ha hablado mucho de terrorismo porque parece que el único grupo terrorista de España es ETA. Incluso se habla de ilegalizar ANV y PCTV (que no vayan tan rápido que ya se ha visto la reacción de Bruselas ante la ilegalización de Batasuna). No soy partidario de la ilegalización de partidos políticos en un sistema democrático, pero vamos a ver: la excusa es que apoyan el terrorismo, ¿no? Y se acusa además a Zapatero de no ser claro contra el terrorismo, ¿no?
¿Acaso lo son Camps y Barberá? Porque han sido dos los artefactos explosivos que han explotado en Valencia en los últimos meses. La víspera del 9 de octubre explotaba una bomba en la sede del Bloc Nacionalista Valencià (BNV) y el pasado 29 de noviembre en la de ERPV. Entre ambos actos, se produjeron once agresiones a militantes y simpatizantes de algunas de estas formaciones.
Y mientras tanto, Camps y Barberá deciden no hacer ninguna condena institucional. Porque es malo condenar a los que te dan un beneficio gracias a la política crispadora que los fomenta. Esas políticas que se llevan a cabo desde las instituciones públicas valencianas, que fomentan el anticatalinismo y la catalanofobia son las que provocan estos atentados que tan tibiamente son condenados y que acaban sepultados en el olvido porque hay otros terrorismos más importantes.
Enric Morera, del BNV, ha presentado ante Parlamento Europeo un informe exhaustivo para que condene esta escalada de la violencia de la que su partido es una de las principales víctimas. El requerimiento ha llegado a manos de los eurodiputados, Raül Romeva, de Iniciativa Per Catalunya-Verds (ICV) e Ignasi Guardans, de Convergencia i Unión (CiU). El mismo "dossier" será trasladado al Observatorio Europeo Contra el Racismo y la Xenofobia para que lo incluya en su informe anual sobre este tipo de delitos.
Europa ya nos llamó la atención por la LUV (Ley Urbanística Valenciana). A ver si también le dan un toque de atención a Camps también en esto, aunque sirva de poco.