lunes, 28 de marzo de 2011

El inútil aeropuerto de los inútiles

"Hay quienes dicen que estamos locos por inaugurar un aeropuerto sin aviones, no han entendido nada. Durante mes y medio cualquier ciudadano que lo desee podrá visitar esta terminal o caminar por las pistas de aterrizaje, algo que no podrían hacer si fueran a despegar o a aterrizar aviones". Tan pasmosas palabras las pronunció Carlos Fabra este fin de semana mientras inauguraba el inútil aeropuerto de Castellón. Y es que, tal y como decían en el informativo de Cuatro, el aeropuerto de Castellón parece que será peatonal, el primero del mundo (a pesar de ello, las pistas están cerradas al paso de personas). O quizá es que el aeropuerto de Castellón sea, en realidad, el parque temático que Fabra quería para su Castellón, después del fracaso de Mundo Ilusión (un parque temático sobre un aeropuerto, ¿a que a nadie se le había ocurrido?). Podemos calificar perfectamente esta obra cómo el mayor despropósito en la Historia de las inauguraciones preelectorales. No se trata de un parque público o de un hospital u otro edificio a medio construir, sino de una obra en la que se han gastado millones, y que no puede ser utilizada.
Y es que el inútil aeropuerto no tiene permisos para que puedan despegar o aterrizar aviones. Pero Fabra no se achanta. Inaugura el aeropuerto con dos cojones (y también fletando autobuses cargados de jubilados, con bocadillo pagado), venidos de Vall d'Alba, Oropesa, Betxí, Catí Benlloch o la Vilavella (todos ellos, municipios gobernados por el PP).
El aeropuerto se inaugura tras una década de proyecto y una inversión de 151 millones de euros. Está ubicado en la comarca de la Plana Alta, entre los municipios de Vilanova de Alcolea y Benlloch. Ocupa una extensión de 542,3 hectáreas de ambos municipios, especialmente de Vilanova de Alcolea, con una pista cuyas dimensiones alcanzan los 2.700 metros de longitud y 43 metros de anchura, amén de un párking para las aeronaves de 70.000 metros cuadrados y una terminal de pasajeros de 9.600 metros cuadrados repartidos en dos plantas. Aún así, no será rentable, y eso es algo que acabaremos pagando todos los valencianos y valencianas.

4 comentarios:

Jorge Arbenz dijo...

Da para varias películas de Scorsese...o de Berlanga. Me estoy poniendo las botas con mis referencias a Berlanga, últimamente. Que, por cierto, era valenciano.

Kurtz dijo...

La vida de Fabra da para una mezcla entre Scorsese y Berlanga. Pero el capítulo del aeropuerto peatonal, es Berlanga en estado puro.

José Vte. dijo...

Lo de Berlanguiano le viene al pelo a este asunto, si no fuera porque la bromita ha costado 150 millones de euros, y lo que va a costasr, que esa es otra. Es el mayor despilfarro de la historia, la desverguenza no tiene límites. ¡Un aeropuerto para que pasee la gente!, y lo peor es que encima hay cantidad de gente que lo justifica.
Denigrante.

Kurtz dijo...

Hay gente que debe pensar que todas estas inútiles obras faraónicas y todas estas corruptelas se financian con dinero caído del cielo, sino, no me lo explico.