Así califico yo el debate sobre si el Gobierno negoció o no con ETA: hipócrita. Para empezar, porque todos los Gobiernos de la democracia han llevado a cabo esas negociaciones. El del Aznar del PP también, y nadie le acusó de colaborar con ETA. Y eso que Aznar los calificó de "Movimiento Vasco de Liberación", acercó presos y liberó a otros, como Iñaki Bilbao, que poco después volvería a asesinar. Incluso las actas de ETA de aquellas negociaciones revelaron que los negociadores de Aznar no buscaban "la derrota de ETA".
La mayor parte del contenido de las actas que poseía Thierry sobre las negociaciones entre el Gobierno de Zapatero y ETA ya se conocían desde después de su detención. Pero ahora, el PP vuelve a jalear el debate porque saben que el sucesor del presidente Zapatero será Rubalcaba. Resulta sorprendente que el PP esté dispuesto a creer a ETA cuando le interesa. Si declara un alto el fuego o se desvincula de los atentados del 11 de marzo de 2004, ETA miente; si dice que el Gobierno negocia con ellos, ETA dice la verdad.
El PP habla de derrota, de entrega a ETA, de traición a España y de humillación a las víctimas. Las actas (suponiendo que sean reales) nos muestran que el Gobierno pecó de duro. Ni se derogó la Ley de Partidos, ni las marcas de Batasuna se libraron de la persecución judicial y la ilegalización, ni se acercó presos, ni Navarra fue entregada. ETA fue descabezada varias veces, y se produjeron cientos de detenciones. Aún así, el PP sigue encontrando munición.
Yo, por mi parte, celebro que cualquier Gobierno aborde este tema. Apoyé la decisión cuando lo hizo Aznar (con Felipe González no me dio tiempo), la apoyé con Zapatero (y sigo haciéndolo) y apoyaré en este tema al próximo presidente que lo haga, sea Rajoy o sea el sucesor de Zapatero.
jueves, 31 de marzo de 2011
El hipócrita debate sobre la negociación con ETA
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