martes, 1 de marzo de 2011

No todos somos iguales ante la Justicia

No todos somos iguales ante la Justiccia. Al menos, en Valencia. En Valencia, si cometes un delito (y perteneces a las altas esferas, por supuesto), no pasa nada. Los jueces ya alargarán al máximo la investigación para que prescriba. Y si tienes "más que amigos" en la judicatura, no te preocupes que archivarán la causa.
Eso sí, si te atreves a decir que alguien ha cometido un delito, te puede caer encima todo el peso de la ley. Es lo que ha pasado con Ángel Luna, quien podría ir al banquillo tras negarse a revelar quién le dio un informe de la Brigada de Blanqueo de la Policía en el que se revelaba el enriquecimiento de la trama Gürtel a costa de la visita de Benedicto XVI a Valencia en 2006.
Según el juez Juan Montero, Luna cometió un delito de encubrimiento ya que, repito que según el juez, Luna conocía el carácter secreto del informe. Lo curioso es que la investigación comenzó hace cuatro meses.
En otros casos, hasta años hay que esperar a que un juez se pronuncie. En el limbo judicial valenciano quedan delitos inmputables a Camps (aparte del cohecho impropio por los trajes), tales como que el PP valenciano pudo ocultar 2,5 millones al fisco en 2007, que la Generalitat concedió contratos públicos cuestionables a la trama por un total de 14 millones de euros, y que empresarios afines pagaron en 2008 a Orange Market 846.000 euros en negro.
Tenía razón Rita Barberá cuando decía que la Justicia está politizada.

2 comentarios:

Sangarvi dijo...

De pequeñito me dijeron que la justicia era ciega, y es verdad, ella pone la mano, y siempre ayuda a quien más se la llena.

Kurtz dijo...

Efectivamente, la Justicia es ciega, en el peor sentido de la palabra.