Sicko

El penúltimo documental de Michael Moore tardó, de forma incomprensible, en llegar a España dos años. Quizá es porque aquí ciertas comunidades se están planteando seguir la política sanitaria estadounidense.

En Sicko (juego de palabras que hace referencia a un enfermo por falta de salud (sick) y, coloquialmente, a un enfermo mental (sicko, de la palabra psycho, psicópata)), Michael Moore realiza, con su habitual ironía, un análisis del sistema sanitario estadounidense. Un sistema totalmente privatizado, dominado por las aseguradoras (que, evidentemente, sólo piensan en el beneficio) y corrupto. Es muy fácil tachar a Moore de demagogo; pero la realidad está ahí, no es demagogia. En el país más rico del mundo, un hombre que ha perdido dos dedos tiene que elegir que dedo le reimplantarán porque la aseguradora no cubre la operación por los dos dedos. Las aseguradoras se dedican a estafar a sus clientes para no pagar las operaciones que necesiten en un momento dado. Los voluntarios del 11 de septiembre agonizan por enfermedades respiratorias y nadie les ayuda. Gente que no puede pagar su seguro son abandonados en plena calle como si fueran perros sarnosos. Estos son los beneficios de la sanidad privada, esa a la que aspiran ciertos politicastros de este país.

Moore establece además, en este documental, una comparativa entre los sistemas sanitarios de Reino Unido, Francia, Canadá o Cuba (donde tratan gratuitamente a tres voluntarios del 11 de septiembre que acompañaron a Moore) con el estadounidense. Quien sale perdiendo es algo más que evidente.

En definitiva, Sicko es un documental de obligado visionado.

Tráiler.