El paso del tifón Nargis por Myanmar, el país antes conocido como Birmania, ha dejado un balance realmente trágico: más de 22.000 muertos de momento. Ahora, el país asiático necesita ayuda urgente. Y aquí es donde se ha visto la verdadera tragedia de la antigua Birmania: la Junta Militar que gobierna el país dictatorialmente desde hace 46 años.
Se dice que se avisó a las autoridades de lo que se acercaba, pero no hicieron el menor caso ni ordenaron evacuaciones. Ahora ponen trabas a la ayuda que viene de fuera, obsesionados con tener bajo control todo lo que entra en el país. Y aquí en cuando vemos que los monjes birmanos hacían bien en protestar contra el Gobierno, pero ese militares que les gobiernan están más preocupados por mantenerse en el poder y seguir robando, que por la suerte de su pueblo. Y mientras, el pueblo muere.
Hay quien habla de que se debería condicionar la ayuda a una democratización del país. Ésta tampoco es la solución, pues el pueblo birmano seguirá padeciendo los rigores de la falta de ayuda. Pero si hay que pensarlo a largo plazo, una vez que el país llegue a una más o menos recuperación.
Pero no. Mañana Birmania habrá desaparecido de nuestras mentes. Y los que nos preocupará es si Fulanito sigue su romance con Menganita o si los jugadores de un equipo hacen de buena gana el pasillito al equipo rival. Y no sabremos de Birmania hasta que mueran otros 20.000 por el paso de otro huracán.
Lo mismo pasó con Bangladesh. ¿Alguien se acuerda?
Se dice que se avisó a las autoridades de lo que se acercaba, pero no hicieron el menor caso ni ordenaron evacuaciones. Ahora ponen trabas a la ayuda que viene de fuera, obsesionados con tener bajo control todo lo que entra en el país. Y aquí en cuando vemos que los monjes birmanos hacían bien en protestar contra el Gobierno, pero ese militares que les gobiernan están más preocupados por mantenerse en el poder y seguir robando, que por la suerte de su pueblo. Y mientras, el pueblo muere.
Hay quien habla de que se debería condicionar la ayuda a una democratización del país. Ésta tampoco es la solución, pues el pueblo birmano seguirá padeciendo los rigores de la falta de ayuda. Pero si hay que pensarlo a largo plazo, una vez que el país llegue a una más o menos recuperación.
Pero no. Mañana Birmania habrá desaparecido de nuestras mentes. Y los que nos preocupará es si Fulanito sigue su romance con Menganita o si los jugadores de un equipo hacen de buena gana el pasillito al equipo rival. Y no sabremos de Birmania hasta que mueran otros 20.000 por el paso de otro huracán.
Lo mismo pasó con Bangladesh. ¿Alguien se acuerda?
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4 comentarios:
Yo estos días no hago más que relacionar la actitud de la junta militar de Myanmar con la actitud del monstruo de Amstteten (o cómo se escriba)...
El querer controlarlo todo suele ser la raíz de los mayores errores humanos, me temo.
(Dicen que los muertos suman unos 100.000, por cierto.)
Y esa ambición por controlarlo todo la pagan los más indefensos.
La cifra de muertos de más 22.500 y 41.000 desaparecidos es la cifra oficial que se da desde Birmania (seguro que son muchos más). La de 100.000 la da Estados Unidos. En este caso, tiendo a creer más en la cifra estadounidense que en la de las autoridades birmanas, pero de momento, mientras no se confirme, prefiero utilizar la oficial.
Hey yo me acuerdo lo de Bangladesh unos años atras creo que llego a 200,000 muertos .
Hoy en Burma, lei que la junta prohibido los envios de la UN, y lo que habia llegado lo habian confiscado..
Pues sí. Además, no dejan entrar a nuevos cooperantes extranjeros, cuando se ha demostrado que los funcionarios y militares del regimen se están quedando con la ayuda que queda.
En fin...
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