El precedente del "Proof Spirit"

Ocurrió un 3 de julio, pero de 1997. En los astilleros del puerto de Valencia la Unión Naval de Levante construía el barco Proof Spirit. De repente, se produjo una explosión por una fuga de gas durante una carga de combustible. A consecuencia de dicha explosión, se desató un infierno en forma de incendio. Dieciocho trabajadores fallecieron, y siete trabajadores y dos bomberos resultaron heridos. Fue uno de los accidentes laborales con mayor número de víctimas en Valencia.
Tras ocho años de investigación judicial, se encontró culpables al responsable de la sala de máquinas del barco, al encargado de suministro y al jefe de seguridad. Ninguno de ellos fue a la cárcel, ya que no tenían antecedentes. Las familias de los fallecidos fueron indemnizadas con unos 102.000 euros.

Nueve años después, justo un 3 de julio, pero de 2006, un vagón del metro volcaba en el interior de un túnel en Valencia. Morían 43 personas y 47 resultaban heridas. A diferencia del Proof Spirit, no ha habido responsables. Las sucesivas investigaciones han sido retorcidas por los políticos gobernantes de estas tierras. Por desgracia, hay otros precedentes en la Comunidad Valenciana. Y es que, mientras no miremos nuestro pasado con espíritu crítico, éste volverá constantemente a repetirse.

Mientras las cosas no cambien y no hagamos nada por cambiarlas, otros 3 de julio (de 1997 o de 2006) volverán.