Asaltar la "democracia"

Que quede claro desde un principio: no creo que vivamos en una democracia. Es triste, pero cierto. Políticos corruptos y mentirosos, partidos más preocupados por el poder y el dinero que por trabajar para el pueblo, electores manipulados, control gubernamental, "Justicia" sólo para los ricos y poderosos... ¿Eso es la democracia? Lo siento, pero no puedo evitar reír a carcajadas (por no llorar).
Y ante esto, ¿qué podemos hacer los ciudadanos? No podemos acabar con la política. Es necesaria una clase gobernante. Pero una clase gobernante que gobierne para el pueblo. Hubo alguien que dijo: "Es una lástima que los que realmente saben cómo gobernar un país trabajen como taxistas o peluqueros". Lo que debemos hacer precisamente es aprovecharnos de las estructuras ya creadas para crear gobiernos ciudadanos y que esos taxistas o peluqueros (o cualquier ciudadano de a pie) lleguen al poder. Los que realmente saben cómo llevar este país no son los políticos.
Dentro de la estructura de cualquier partido, de derechas o de izquierdas, asambleario o no, hay gente con ideas. Ideas que no consisten el alcanzar el poder y esperar la lluvia de dinero (público), sino en verdaderas ideas para mover el país y el mundo. Ideas que redunden en favor del pueblo. Cuatro o cinco personas no harán nada. Pero, ¿y si fueran doscientas, trescientas, mil... personas dentro de un partido buscando un mundo más justo? ¿Y si esas personas lograran hacerse con el control de un partido? ¿Y si llegasen a gobernar?
Habrá quien diga que la política no le importa, que es apolítico o que pasa directamente de la política. Grave error: la política siempre afectará a los ciudadanos. Ya decidan rebajar el sueldo, congelar las pensiones, subir el billete del transporte público o declararle la guerra a otro país. Cualquier decisión política nos afectará. Por eso es mejor que las tomemos nosotros, los ciudadanos de a pie.
Sería maravilloso que el pueblo protagonizara una nueva revolución: esta vez para recuperar la democracia.