jueves, 8 de julio de 2010

Reacción vergonzosa

El PP siempre ha tendido a reaccionar de forma vergonzosa cuando uno de los suyos es salpicado por un caso de corrupción. La implicación de José Joaquín Ripoll, presidente de la Diputación de Alicante, en el caso Brugal o El soborno de la basura no ha sido una excepción.


Para empezar, vemos que la actitud paranoica va impresa en el código genético de sus dirigentes. Así, por ejemplo, entorno de Ripoll teme que ahora Camps se tome la revancha. Recordemos que Ripoll era de los más críticos con Camps por el tema Gürtel, llegando a desmarcarse de los actos de apoyo al presidente valenciano. Y es que Ripoll era el último zaplanista con poder importante en la Comunidad Valenciana. En los últimos meses, se rumoreaba que él y Fabra (que Fabra ni es zaplanista ni campsista, sino fabrista) iban a formar un frente común para arrebatarle el poder a Camps dentro del partido. Lo que está claro es que Ripoll ha pasado de ser "digno" y de estar "limpio" a ser otro de los chorizos de esta comunidad.

Tanto Barberá como Camps han pedido responsabilidad y prudencia ante este "momento preocupante". Eso sí, la mano no la ponen en el fuego, por lo visto.

El resto del PP sigue insistiendo en nuevas teorías de conspiración. Para ellos, lo de Ripoll es otra "cacería". Porque en el PP todos son santos y están más limpios que una patena. ¿Robar ellos? Nunca. En España sólo roban Bono y Chaves, en particular; y el PSOE, en general. Según algunas voces, esto se debe a la cercanía de las elecciones del año que viene. Claro que la teoría se cae si vemos que la investigación comenzó en 2006 y que hubo elecciones en 2007 y 2008.

Rajoy, eso sí, sigue demostrando su inutilidad al frente de su partido. En Toledo, ante las preguntas de los periodistas, Rajoy contestó: "¡Qué calorcito!". ¿El calor era por la situación que estaba viviendo o por el calor que hacía en Toledo?

El que sí contesta, y con la lengua cargada de veneno, como últimamente, es Esteban González Pons. Para él, la detención de Ripoll sólo es una "operación propagandística de Rubalcaba". También Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid y Agustín Conde, portavoz de Justicia para el PP en el Senado, señalan a Rubalcaba y le acusan de equiparar, en sus detenciones, a Ripoll con los terroristas de ETA (tenía que salir ETA por algún lado).

En cuanto al afectado por todo esto, el propio Ripoll, dice que su detención fue irregular y qué ni siquiera le dijeron el porqué de su detención, lo cual ha servido para que la derecha mediática cargue sus tintas con la teoría del Estado policial de Zapatero (que se paseen por Valencia y sabrán lo que es un Estado policial en el que te toman los datos por increparle algo a Rita Barberá en la calle). Tanto el TSJV (presidido por un amiguito de Camps, Juan Luis de la Rúa), como el CGPJ (vicepresidido por otro amiguito de Camps, Fernando de Rosa) dicen que no hubo orden judicial ni imputación (cuando fue puesto en libertad, no se quiso aclarar si era libertad con cargos o sin cargos) y que la policía suplantó al juez. Lo cierto es que sí hubo orden judicial y Ripoll ha tenido que declarar hoy ante el juez del juzgado de Primera Instancia Número 3 de Orihuela.

Esto no impide que los periódicos de la derecha escriban editoriales acusando al Gobierno de Zapatero de totalitario. Carlos Dávila lo compara con la "Stasi de los comunistas de Alemania Oriental, la dictadura de Ceausescu y la Cuba de Fidel en la que el Ministerio Público es el privado del dictador". Ignacio Camacho parafrasea a Churchill diciendo que "Cuando en la España de Zapatero llaman a la puerta no es el lechero, sino las lecheras de la policía" (sentencia que ya parafraseó Camps para defenderse cuando su nombre apareció en el sumario de Gürtel). Lo peor es que, según él, sólo entran en las casas de los miembros de la oposición (vaya, no sabía que Ripoll fuera la oposición de Zapatero; yo creía que era el que mandaba en Alicante) Otros afirman que es una "maniobra de distracción" ante el Debate del Estado de la Nación. Para todos, sin embargo, el caso es una reedición del caso Gürtel, para bien o para mal.

Por su parte, la oposición valenciana opina que esta debe ser la gota que colme el vaso. Mònica Oltra, de Compromís calificó al PP de "Partido Podrido" y ha instado a los valencianos a que dejen de apoyar a un "partido que es corrupto".
En términos parecidos habla el PSPV a través de su portavoz Ángel Luna.

2 comentarios:

Catarroja Descoberta dijo...

¿alguién se cree que, en democracia, puedan ir a tu casa y detenerte sin una orden judicial? ¿así por las buenas te pueden llevar al cuartelillo?
¿alguién dejaría que registraran su casa sin una orden de registro?
anda ya!!
nos toman por tontos... aunque la verdad que si alquién se cree todo eso es porque es un "tonto de los cojones"

Kurtz dijo...

Algunos aún se creen que vivimos en aquella época tan "placentera".
De todas formas, te sorprendería ver la cantidad de "tontos de los cojones" que se lo creen.