Ya he dicho en alguna ocasión que me gusta eso de jugar con el pasado e imaginar qué hubiera pasado si en vez de esto hubiera sucedido aquello otro. Y más aún si tiene que ver con temas políticos. Por eso me gustó el falso documental británico Muerte de un presidente, en el que se recrea un imaginario asesinato en 2007 del presidente George Bush (según la maldición del año cero, esto podría no ser tan ficticio). A través de los testimonios de los principales actores del suceso (incluido el supuesto terrorista que mata a tiros al presidente) se va reconstruyendo el atentado y nos vamos dando cuenta (por si quedaban dudas) de lo dañada que está la sociedad occidental (en general) y la estadounidense (en particular) desde el 11 de septiembre, instalada en la paranoia antiislámica.
En las antípodas de la anterior, pero tratando el mismo tema, se sitúa la película En el punto de mira, una película en la que se recrea el asesinato del presidente estadounidense durante una cumbre antiterrorista en Salamanca, España (recreada en Méjico, muy bien en los detalles -los coches policiales, por ejemplo- pero que vuelve a fallar en el tema de los extras). La película tiene un elenco de actores muy interesante: Dennis Quaid, Matthew Fox (me encanta todo lo que hace), Forest Whitaker, Eduardo Noriega (que debuta en Hollywood), Sigourney Weaver (desaprovechada por completo en la película) y William Hurt. En clave de acción, muy al estilo de 24, la originalidad de esta película es que nos muestra el suceso, desde ocho puntos de vista diferentes: un turista estadounidense, un guardaespaldas del presidente, una periodista o el propio presidente entre otros. A destacar el vacío de poder que se provoca con la muerte del presidente, algo que también pudimos ver en la película Crónica de un atentado en la que se narra el atentado sufrido por Ronald Reagan.
En el punto de mira es una película, para pasar el rato. No es una película para pensar, como Muerte de un presidente, pero ambas son igualmente recomendables.
2 comentarios:
En el punto de mira se me hizo pesada. Y la figura del turista norteamericano, muy cargante.
¡Qué terrible que además Salamanca parezca más una localidad mexicana que española! Lo peor: que actúen españoles en la peli y no puedan aportar su visión del tema para mejorarlo...
No sé. No me convenció, sinceramente.
La otra, no la he visto.
La verdad es que la historia del turista y la niña sobraba, a mi juicio. Pero me gustó eso de poner ocho puntos de vista y que después de cada uno tengas que volver a pensar en toda la trama.
Lo de mostrar una España al estilo mejicano es algo irrremediable en las películas estadounidenses. Pero al menos hicieron mejor trabajo que en aquel capítulo de la serie "The unit" anbientado "supuestamente" en Valencia. O lo de Sevilla en "Misión imposible 2".
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