miércoles, 17 de noviembre de 2010

En un mundo al revés

En un mundo al revés, un partido gobernantes puede tener 22 imputados en un caso de corrupción y nadie les pedirá explicaciones ni les exigirá su dimisión. En ese mismo mundo al revés, el partido de la Oposición puede tener dos imputados en ese mismo caso, a los que se exigirá que dimitan y no se parará hasta que dimitan. Y, por supuesto, en ese mismo mundo al revés, el partido de los dos imputados será el máximo responsable de ese caso de corrupción.
En un mundo al revés, puede haber tres presidentes (uno autonómico y los otros dos provinciales) imputados en diferentes casos de corrupción política con, entre otros delitos, malversación de fondos públicos. En ese mundo al revés no pasará nada. Porque en ese mundo al revés, la ciudadanía, cuyo dinero es robado a millones aplaudirá a sus gobernantes corruptos porque nos traen circos.

En un mundo al revés, un juez que trata de hacer Justicia con las víctimas de una dictadura genocida es un prevaricador. En ese mismo mundo al revés un juez puede decidir si se juzga o no a un "más que amigo". Por supuesto, en ese mundo al revés, el juez decidirá que se archive la causa y llamará a eso Justicia.
En un mundo al revés, un presidente autonómico puede ser imputado por malversar dinero público. En ese mundo al revés, al portavoz del principal partido de la oposición, un tal Ángel Luna, se le puede llevar ante el juez porque en una etapa en la que trabajaba para el sector privado (es decir, no tocaba dinero público) realizó unas obras en su casa que, según denuncia el partido gobernante, le pagó un empresario corrupto.

En un mundo al revés, un Gobierno que troceó contratos para no hacerlos públicos y poder favorecer a sus "amiguitos del alma" puede salir indemne de cualquier acusación. En ese mundo al revés, se puede acusar de corrupción a una persona, aunque no troceó ningún contrato para ocultarlo.

En un mundo al revés, a un presidente que le regalaban trajes no se le puede exigir que presente las facturas que dice poseer, a pesar de que sólo pasaron cinco años. En ese mismo mundo al revés, al portavoz antes nombrado sí cabe exigirle las facturas de las reparaciones efectuadas en su casa, a pesar de que ya han pasado trece años.

En un mundo al revés, los valencianos y valencianas votan mayoritariamente al PP.

Ya es hora de que le demos la vuelta a este mundo.

3 comentarios:

Nat dijo...

Pues sí ya es hora eso mismo pienso yo.........

Marcos dijo...

Ánimo para conseguirlo.
Cuentas como siempre con mi apoyo y el de todos los progresistas de España.
Saludos progresistas de Madrid.

Kurtz dijo...

Nat y Marcos: Esto es algo que debe hacerse entre todos.
Saludos a los dos.