¿Se debe negociar con ETA?

Últimamente se está hablando, más bien especulando, con el final de ETA. Ante esta posibilidad, ya arrecian las críticas de un sector de la sociedad y hay quien habla de un retorno a la negociación con la banda terrorista, como si fuera algo malo.
Siempre he defendido que la solución al terrorismo de ETA va a pasar por una solución dialogada. De ello acabarán dándose cuenta hasta los propios terroristas. Porque la ETA de ahora  no es la misma de décadas anteriores. La ETA de ahora se encuentra prácticamente acorralada, su cúpula dirigente ha caído varias veces en poco tiempo, no tiene representación política, y no tiene el apoyo político y social que tenía antaño. ETA sólo le queda declarar un alto el fuego definitivo y un anuncio de que deja las armas. Entonces será el momento de iniciar un proceso de paz.
Seguramente habrá grupúsculos dentro de la banda terrorista que no estarán de acuerdo. Recordemos que aún hay grupúsculos escindidos del IRA que continúan matando incluso recientemente. Pero la voluntad de acabar con la violencia debe ser firme. El espejo en el que deben mirarse ETA y España es el IRA, donde se acabó llevando a cabo un proceso de paz a pesar de sucesos tan horribles como el atentado de Omagh, que acabó con la vida de veintinueve personas. Entonces se continuó con el proceso de paz (incluso Aznar, hay que recordar que dos víctimas eran españolas, instó a Blair a que continuara adelante con el proceso de paz).
Negociar no significa para nada que vayan a ganar los terroristas. Todo lo contrario. Ya están vencidos, y saben que no se van a llevar ningún premio por lo que han hecho.
Y en cuanto a las víctimas, se las debe escuchar, sí. Pero hay que recordar que no todas están en contra de una negociación con ETA.
En fin, nadie dijo que la solución fuera a ser fácil. Y ésta, como la de otros problemas igualmente complejos, no será fácil.