Cambiando para no cambiar nada

Al final, a la cuarta fue la vencida. Hace unos días, por fin, se logró encontrar sustituto (en realidad, sustituta) para Juan Luis de la Rúa, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Valencia. La elegida fue Pilar de la Oliva, tras dos votaciones. Una decisión que llega con años de retraso. Ella ha prometido que perseguirá la corrupción, pero me temo que es un brindis al sol, como todas las promesas que se hacen en esta comunidad.
Y es que De la Oliva era la candidata de Fernando de Rosa, vicepresidente del Consejo General del Poder Judicial, otro de los amigos de Camps. En realidad, debido a la proximidad entre la Justicia y la política (demostrado en el hecho de que incluso los jueces se dividen entre conservadores y progresistas), la elección de De la Oliva ha sido fruto de una negociación. El mismo cargo también ha sido renovado en lo tribunales superiores de Cataluña, Andalucía, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Canarias. De esta forma, los jueces progresistas se han quedado con Cataluña y Canarias; los conservadores, con Valencia y las dos Castillas; y un "centrista" será quien dirija el tribunal de Andalucía.
En fin, el reparto ya está hecho. Veremos cómo acaba.




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