Prácticamente uno de cada cinco diputados valencianos está tocado por la corrupción

Este lunes se discutía en el Congreso de los Diputados la creación de una ley para castigar las pitadas al himno nacional en estadios de fútbol. Pero no voy a hablar del ridículo que hizo el PP votando en contra de una propuesta que hacían ellos, sino de las palabras de Ricardo Sixto, de Izquierda Unida, que señaló que la propuesta venía del PP valenciano donde "uno de cada cinco miembros" está imputado por corrupción. Y precisamente, uno de esos imputados es David Serra, que fue ponente de la propuesta contra las pitadas al himno, y que se encuentra imputado en el proceso que investiga la financiación irregular del partido. Pero no es el único diputado del PP valenciano imputado o implicado en casos de corrupción.
El primero en señalar esta vergonzosa proporción de diputados metidos en casos de corrupción fue Ignacio Blanco, también de Izquierda Unida (Esquerra Unida, en Valencia). En aquella ocasión estuvo a punto de ser agredido por una de las personas que nombró, Mayte Parra, alcaldesa de Ibi a la que se está investigando actualmente.
Rafael Blasco es otro de los manchados por la corrupción. La jueza que le investiga ya ha pedido su imputación y parece que será cuestión de tiempo. Se le investiga por el desvío de dinero destinado a proyectos solidarios en el Tercer Mundo, y que realmente se destinaba a la compra de bienes e inmuebles en Valencia, a través de ONGs falsas. Blasco ha dejado de ser portavoz del PP en Les Corts, pero sigue siendo diputado, cargo del que dice que dimitirá cuando sea imputado formalmente (veremos cuánto tarda en desdecirse si es imputado formalmente).
Dentro del caso Brugal, en el que se investiga las irregularidades del PGOU de Alicante, encontramos a otros dos diputados implicados: Sonia Castedo y Luis Díaz Alperi, ambos a un paso de la imputación. Sonia Castedo es la actual alcaldesa de Alicante, y Alperi fue su predecesor. Por cierto, Alperi también se vio implicado en el caso Gürtel al descubrirse que le regaló un reloj de 24.000 euros a Ricardo Costa.
Ricardo Costa fue declarado inocente junto a Camps del denominado caso de los trajes, una de las piezas separadas del caso Gürtel. Sin embargo, Costa está imputado por la financiación ilegal de su partido, que se empezó a investigar también dentro del caso Gürtel. Junto a Costa se encuentran imputados Vicente Rambla, Angélica Such, David Serra y Milagrosa Martínez.
Pedro Hernández Mateo es otro de los imputados, en este caso, por prevaricación y falsedad documental en la adjudicación de la recogida de basuras en 2004 en Torrevieja. Hernández Mateo fue alcalde de dicha ciudad desde 1988 (alcaldía a la que accedió gracias a un  tránsfuga) hasta 2011. La denuncia contra el exalcalde de Torrevieja fue impulsada por Los Verdes.
En total son 10 diputados de un grupo parlamentario formado por 55, lo cual no deja de ser bastante llamativo. No son exactamente los "uno de cada cinco" que nombraba Sixto o el "20%" que nombraba Blanco, pero casi. Faltarían por nombrar gente como Rita Barberá, alcaldesa de Valencia (cuyo nombre salió a relucir por el caso Gürtel, y que también fue investigada por las irregularidades en la construcción del Nuevo Mestalla, nuevo estadio de fútbol del Valencia CF, aunque la denuncia fue archivada); Francisco Camps, declarado inocente del caso de los trajes; o Jorge Bellver, también absuelto de un delito de prevaricación al construir un aparcamiento junto al Jardín de Monforte, declarado Bien de Interés Cultural, sin solicitar un informe de impacto.