Novias colocadas y ciudades en Haití

(Ricardo Costa junto a su novia Laura Chorro.)

La trama de corrupción ligada a ONGs sigue trayendo más sorpresas (o quizá no sean tan sorpresa). Uno de los últimos en verse salpicado ha sido Ricardo Costa, exsecretario general del PP valenciano y quien fue juzgado junto a Camps por el caso de los trajes, dentro del caso Gürtel (y ahora, por cierto, imputado en la investigación por financiación irregular del partido). Según las investigaciones policiales, Costa habría intercedido ante Rafael Blasco para que una ONG pasase de recibir 50.000 euros a recibir 500.000. Su novia, Laura Chorro, antigua Belleza del Fuego de Alicante, fue nombrada gerente de Fundar, la Fundación de Solidaridad y Voluntariado de la Comunidad Valenciana, el pasado julio. Fundar estuvo dirigida por Rafael Blasco, es una organización autodefinida como sin ánimo de lucro, y participada por la Generalitat Valenciana y Bancaja.

(Un extracto de las conversaciones de los implicados en la trama, publicado por la Cadena SER.)

Ricardo Costa, según las conversaciones obtenidas por la policía, tendría mucho poder dentro de la trama. En una de las conversaciones, el empresario José María Maldonado invita a Palma de Mallorca a Marc Llinares, por aquel entonces, alto cargo de la consellería de Solidaridad. En un momento dado, Maldonado le dice a Llinares que "ni te imaginas el poder que tiene" Costa y que a los dos los va a colocar en un "hotelito discreto".

Sin embargo, según los trabajadores de la consellería, las irregularidades comenzaron con Rafael Blasco, quien además, montó en cólera cuando descubrió que la Fundación Cyes había quedado fuera del concurso por no cumplir los requisitos legales. Según esos mismos trabajadores, Blasco forzó la entrada de la Fundación Cyes y depuró a los que se opusieron. Blasco mantenía una estrecha relación con Augusto César Tauroni, que fue quien creo la red corrupta. Hasta el punto era estrecha esta relación, que Tauroni aseguraba que si Blasco se marchaba de la consellería de Solidaridad, cerraría el negocio y lo trasladaría allí adonde fuera Blasco. La mujer de Tauroni también fue vista muchas veces en la consellería, donde acudía para entregar sobres a Blasco.

Como todos los corruptos valencianos, Rafael Blasco pensaba a lo grande. Tras el terremoto que en enero de 2010 arrasó Haití, Blasco tuvo la idea de construir una ciudad allí. Para ello, envío en junio de ese año a una técnica al país devastado y evaluara esa posibilidad. Finalmente, el proyecto fue cambiado por la construcción de un hospital. La técnica que había viajado a Haití se enteró del cambio del proyecto cuando regresó.

En este enlace, por otro lado, se pueden leer algunas de las conversaciones de los principales implicados en la trama corrupta.