La cuarta fase

Una psicóloga acude a un apartado pueblo de Alaska para investigar las misteriosas desapariciones que se llevan produciendo allí desde hace décadas. Bajo hipnosis, algunos de los pacientes revelarán los recuerdos de unos terroríficos recuerdos con seres que parecían no ser humanos.
Este es el argumento de La cuarta fase. El argumento más bien parece ser un capítulo de Expediente X. Incluso su desarrollo parece un capítulo modernizado de la clásica serie de televisión.
Hubo mucha gente que se creyó la publicidad de la película y esperaban ver un documental. Después se dijo que esta película era una recreación de sucesos reales, tal y como cuentan la propia actriz Milla Jovovich y el director de la cinta, un tal Olatunde Osunanmi, al principio y al final de la película. Sin embargo, estamos ante un falso documental (un subgénero muy popular últimamente) que mezcla una serie de elementos descritos como reales por testigos en todo el mundo para construir su propio caso.
No hay que permitir que los árboles no nos dejen ver el bosque. Si tomamos La cuarta fase como lo que es, una película de ficción que mezcla terror sobrenatural y ciencia ficción, estamos ante una película que cumple. Ya lo he dicho otras veces, creo: el aire de documental de este tipo de producciones logra meter al espectador en la trama y transmite más fácilmente el terror o el dramatismo de las escenas. Así pues, La cuarta fase es una muy buena película, con momentos realmente inquietantes y terroríficos, y disfrutable sobre todo por los aficionados del género.

Tráiler.