La izquierda es la única que paga

Cada día que pasa, más me convenzo: este país es extraño. Por ejemplo, desde que comenzó todo el caso Gürtel, los únicos que han caído han sido los tres o cuatro cargos del PSPV que estaban mínimamente implicados en el caso. En cambio, los altos cargos del PP implicados siguen más frescos que una lechuga.
Uno de los más beligerantes contra el PP del Gürtel es el portavoz socialista Ángel Luna. Por eso, para el PP, cualquier oportunidad de neutralizarlo es oro. Y de momento, van camino de conseguirlo. Hace un par de días, Luna declaraba ante el juez por encubrimiento. ¿La razón? Haber presentado un informe supuestamente secreto en Les Corts, y en el cual se ponían de manifiesto las irregularidades en la contabilidad del gasto público en la visita del Papa a Valencia en 2006. Según Luna, el informe le llegó de forma anónima, como tantos otros cuyos remitentes no quieren darse a conocer para evitar represalias.
Sorprende, como ya he dicho otras veces, la celeridad de la Justicia valenciana por juzgar a Luna, cuando en otros casos, como los de Camps o Fabra, dejan pasar el tiempo buscando que prescriba. Pero así es la Comunidad Valenciana: no se persigue a los ladrones ni a los estafadores; se persigue a los que los denuncian.