domingo, 2 de noviembre de 2008

An american crime

Si ayer hablaba de una película optimista, hoy voy a hacerlo de una película totalmente opuesta en ese sentido: An american crime.
También basada en hechos reales, ocurridos en los años 60, nos narra la historia de una mujer que secuestró y encadenó en el sótano de su casa a la niña que estaba cuidando. La niña fue torturada brutalmente por esta mujer (ultrarreligiosa fanática), los hijos de la mujer y los amigos de éstos durante semanas.
Es una película brutal y dura, como los hechos narrados. Y eso que su director no recurre al morbo de mostrar las torturas y palizas con detalle. amos, que no estamos ante el típico telefilme de sobremesa. Desde el primer fotograma, se nos está declarando el pesimismo ante la sociedad que permite hechos como éste (incluso hoy día, recordemos al "Monstruo de Amstetten"). De hecho, en alguna escena se puede ver a los vecinos ignorando los gritos de la niña, que se oyen por todo el vecindario.
Las dos actrices principales trabajan de una forma increíble: Ellen Page (gran actriz a pesar de su juventud, como ha demostrado en Hard Candy y Juno) que interpreta a la niña torturada y Catherine Keener como la torturadora.

Me quedo con la última (y demoledora) frase de la película, que cito de memoria: "El reverendo Bill solía decir que para cada situación Dios siempre tiene un plan; aún trato de averiguar cuál era ese plan en mi caso".

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