Todos a la cárcel

De entre todas las propuestas disparatadas propuestas por Rajoy (contrato de españolidad para inmigrantes, 500 millones de árboles...), la más sorprendente, desde mi punto de vista, es rebajar la edad de los menores para entrar en la cárcel hasta los doce años en casos especialmente graves o de multirreincidencia (y eso que él trataba los problemas reales de la gente).
Como muchas de las anteriores, ésta es una propuesta populista que sólo trata de arrancar votos desesperadamente. Si miramos los datos del año pasado, ¿Cuántos asesinatos fueron cometidos por menores de trece años? ¿Cuántas violaciones? Es cierto que en contadas ocasiones ocurren desgraciados casos así y que causan gran alarma social, pero las leyes no deben hacerse cuando el alarmismo está injustificado, como en el caso de los menores. Además, hay una estadística que dice que la mayor parte de los menores que ingresan en un reformatorio no vuelven a delinquir.
Pero claro, todolo que tenga que ver con los jóvenes y los adolescentes causa alarma social. Y a ellos contribuyen las televisiones. Como esta semana en la que, el lunes, Antena 3 emitía, después de esa infumable serie llamada Física o química, el reportaje Generación llavero en torno a los adolescentes (ya se sabe, esa edad en la que los adolescentes son los malos de la peli, iniciándose en las drogas, el sexo y el alcohol). Al día siguiente, La 1, en su programa Por la mañana, relacionaba la cantidad de faltas de ortografía que los estudiantes cometen en los exámenes con el lenguaje que utilizan en los móviles o el Messenger.
Mientras los jóvenes (y adolescentes) seamos los malos de la sociedad, cualquier ley represora no servirá para solucionar los "problemas" sino para tratar de ocultar ese supuesto problema.