El saqueo de EMARSA

Mientras se juzga al chulito de Francisco Camps, los periódicos sacan más datos de otro caso que afecta al PP valenciano: el saqueo de EMARSA. Esta empresa municipal, ya extinta debido al enorme agujero económico, ha sido el epicentro de numerosas irregularidades económicas, principalmente en la depuradora de Pinedo, gestionada por esta empresa, y que ha dado a lugar al último caso de corrupción del que los valencianos nos podemos avergonzar.
El saqueo consistía en pasar facturas a la empresa pública por servicios inexistentes (desde el tratamiento de más toneladas de lodo del que la depuradora, una de las más grandes de España, podía generar; hasta la reparación de edificios y maquinaria inexistente). Al mismo tiempo, EMARSA costeó a sus directivos artículos de lujo y otros productos (como entradas VIP para la Fórmula 1 o el Open de Tenis) que difícilmente se podrían justificar en una empresa de depuración de aguas residuales.
Algunas de las corruptelas de EMARSA y la depuradora de Pinedo son las que siguen:

-Toda clase de artículos de lujo a costa del dinero público para sus directivos. El catálogo incluía productos como joyas, bolsos del Loewe, bolígrafos Montblanc, accesorios de automóvil, décimos de lotería (en los que gastaban más de mil euros al año), iPods, ropa, cestos de bebés, circuitos de spa, alquiler de vehículos de lujo...

-Viajes pagados también a cuenta del dinero público. EMARSA pagaba los viajes de sus directivos (a veces, incluso con sus familias) y los hoteles. Los destinos incluían lugares tales como París, Nueva York, Johannesburgo, Marrakech, Estocolmo o Andorra.

-También es curioso el caso de las "traductoras" y "empresarias" rumanas. Traídas directamente desde Bucarest, se alojaron en un hotel de lujo de Castellón. Esteban Cuesta, entonces gerente, se alojó en agosto de 2009 con tres de ellas, en dos habitaciones dobles (que cada uno haga matemáticas). La factura ascendió a 1.590 euros. En marzo de 2010, Cuesta repitió la jugada en Alicante, alojándose con otra de las mujeres. La factura fue de 223 euros. Desde entonces, y hasta enero de 2011, repitió tres veces con otra mujer, hasta ascender la factura a 1.976 euros. Según Cuesta, las mujeres eran "traductoras" o "empresarias" rumanas, a pesar de que en la época en que se trasladaron a la Comunidad Valenciana, rondaban los 20 o 21 años.

-Los directivos también comían a costa del dinero público. Entre 2005 y 2010, se cargaron a EMARSA unos 300.000 euros. En 2009, de hecho, se facturaron 92.443 euros por comidas en marisquerías y restaurantes de lujo.

-La empresa de tratamiento y transporte de los lodos generados facturaba más del tonelaje que realmente se producía. EMARSA pagó más de 20 millones entre 2004 y 2010.

-Los camiones de transporte de lodos salían de la planta de Valencia, llegaban a Requena (a casi 70 kilómetros), descargaba, volvía a la planta y volvía a cargar. Todo esto lo realizaban en tan sólo 15 minutos. Que le quiten el Ferrari a Fernando Alonso y le den uno de estos camiones, que seguro que así gana el Mundial de Fórmula 1.

-EMARSA también pagó obras inexistentes. Concretamente, 4,2 millones a dos empresas que pertenecían a la misma persona, tenían su sede en su casa y apenas tenían trabajadores. Los trabajos contratados incluían la reparación de máquinas que no existían o pintar la fachada de edificios que, por sus características, no se podían pagar.

-EMARSA compró en menos de un año 164 teclados de ordenador, 149 ratones y 141 licencias antivirus. Lo curioso es que EMARSA sólo tenía 32 puestos informatizados. El proveedor, que era hermano de la empresaria que realizaba las obras y reparaciones, y que además facturó 4,5 millones mediante dos empresas, era jefe de informática de EMARSA. En algunos casos, firmaba en representación de la sociedad los papeles del material recibido que él mismo suministraba.

-La mayor parte de los contratos incumplía los principios de publicidad y concurrencia. El proveedor de material informático facturó 1,8 millones en una de sus dos empresas sin haber firmado contrato, "sólo mediante un acuerdo verbal".

-Desde 2004 hasta 2010, la firma auditora Mazars llamó la atención sobre irregularidades contables. Enrique Crespo, presidente de EMARSA y actual alcalde de Manises y vicepresidente de la Diputación de Valencia, hizo caso omiso de las advertencias y dijo que no detectaba ninguna irregularidad. Además, durante estos años, las cuentas fueron validadas por dos consellers.

-Algunos empleados sólo iban a cobrar. Esteban Cuesta admite que contrató, a instancia de Enrique Crespo a cuatro empleados que sólo iban a cobrar. Es el caso de Luis Botella, primer teniente de alcalde y concejal de Urbanismo en Moncada; o Marisol Giner, exportavoz de PP en Benetússer.

-Durante el período de 2004 a 2010, la Generalitat casi triplicó los fondos destinados a EMARSA. De los 6,4 millones que destinaba en 2004 pasó a los 18,4 de 2009. La cantidad de agua depurada sólo aumentó en ese período un 6,5%.

-Entre 2005 y 2009, Esteban Cuesta ingresó en sus cuentas bancarias 251.000 euros.

Las últimas noticias sobre este caso incluyen la investigación contra Juan Carlos Gimeno, exconcejal del PP de Valencia, quien, al parecer, habría participado en este saqueo, llegando a falsificar papeles.
El 22 de diciembre, al alcalde de Manises Enrique Crespo le tocó el segundo premio de la Lotería de Navidad, certificando así la buena suerte de los dirigentes del PP corruptos con la lotería (recordemos a Carlos Fabra, quien, por cierto, también se llevó algún pellizquito de dinero en el último sorteo). El juez que investiga el saqueo de EMARSA pidió a Crespo los números premiados, pero éste declaró que sólo tenía un décimo. Jamás un premio de lotería había sido tan amargo.
Lo último ha sido la aparición de un pago de 360.000 euros a Enrique Crespo desde Suiza. La excusa de Crespo ha sido que ese dinero es a causa de la venta de un inmueble a un ciudadano con residencia en Suiza el 2 de agosto de 2011.
También ha aparecido un informa de la agencia Tributaria que habla de fraude fiscal entre los años 2006 y 2009, por una trama de facturación ilegal.

Y aún habrá gilipollas que defiendan al PP valenciano.