El desprestigio

Esta imagen fue tomada por Francisco Tejedor, alumno de FP del instituto Vila-roja de Almassora. En ella, se ve a los alumnos cubiertos con mantas, debido a que en el aula no hay calefacción. La foto dio la vuelta por toda la Comunidad Valenciana. El alumno fue expulsado temporalmente, aunque debido al revuelo causado, fue readmitido inmediatamente. La directora del centro dijo, como excusa para la expulsión, que la fotografía desprestigiaba al centro.
En esta comunidad hemos visto muchos casos de censura. Algunos conocidos, como el de las fotos de una exposición o la prohibición de las emisiones de TV3, y otros no tan reconocidos, como los ataques a la Asociación de Víctimas del Metro, al Col·lectiu contra la corrupció o a Ca Revolta.
Siempre se alega lo mismo: desprestigio. Los críticos siempre son tildados de antivalencianos y se les acusa de causar desprestigio a esta tierra. Pero el desprestigio no lo estamos causando los críticos. El desprestigio lo causan los que mandan, los que deberían gobernarnos. Esas actitudes chulescas y prepotentes y esa inacción es la que nos desprestigia a los valencianos y valencianas. La actitud de Camps ante el tribunal que lo juzga, la prepotencia de Rita Barberá, la construcción de un aeropuerto sin aviones, la corrupción de la que hacen gala nuestros políticos, la falta de dinero para los servicios básicos (que hacen que la Comunidad Valenciana ya vaya por su segundo rescate). Ésas son las verdaderas causas del desprestigio valenciano.
La foto de arriba no muestra el desprestigio de un centro educativo. Muestra el desprestigio de una comunidad que no puede pagar calefacción en sus institutos, pero que aún sueña con salvar la Fórmula 1 y que se gasta el dinero en adornar un puente con flores naturales.