Conspiranoicos políticos

De vez en cuando me gusta leer alguno de los medios digitales de la derecha, sólo por la curiosidad de ver cómo ven ellos el mundo. Y una de las cosas que me ha llamado la atención es ver cómo alguno de estos medios sigue erre que erre con la teoría de la conspiración de los atentados del 11 de marzo del 2004 en Madrid. A pesar de que la sentencia fue la que fue, algunos siguen empeñados en ver agujeros por todas partes y vincular al atentado a ETA, al PSOE, a la policía española, a los servicios secretos de Marruecos y Francia y hasta a un señor de Cuenca que pasaba por allí. Y para esta gente, el objetivo de los terroristas no era matar y provocar miedo, sino evitar que el PP llegase al poder. Debe ser muy dura la vida del paranoico. Claro que sólo así se explica que hubiera gilipollas que pensasen que el PSOE permitió el asesinato de Isaías Carrasco el pasado 7 de marzo y que calificasen a su hija como "enchufada de la familia socialista" por su discurso pidiendo a la gente que votará.
Lo peor de todo es que estas teorías delirantes en torno a los atentados del 2004 tuvieron un altavoz político en el propio PP. ¿Qué hubiera pasado si en Estados Unidos en Partido Demócrata se hiciese eco de las conspiraciones y acusase a Bush de haber planeado el 11 de septiembre? Y eso que el 11 de septiembre tiene más agujeros negros que el 11 de marzo (y no estoy diciendo que el 11 de septiembre hubiese conspiración). Pero allí no habrá un investigador de El Mundo "buscando la verdad". Porque la verdad ya no importa a nadie. Y menos a los periodistas. Porque los periodistas saben que la gente sólo quieren que les cuenten su verdad. A cada uno nos interesa nuestra propia verdad. Y eso es lo peor, que la gente que difunde estas mentiras y gilipolleces no lo hacen para buscar "la verdad". Lo hacen para complacer a sus lectores.