La puerta abierta

Garínoain es un municipio situado en Navarra. En las pasadas elecciones de noviembre, ganó allí el partido de ultraderecha Derecha Navarra y Española (DNE). Lo curioso es que la victoria se produjo con tan sólo el 5,6% de los votos. 18 votos frente a 305 votos en blanco. DNE era la única lista que se presentó en Garínoain. Eso les permitió ganar y poder gobernar tranquilamente, a pesar de la oposición de gran parte de los habitantes de Garínoain, con los seis concejales de su partido.
El esperpento de Garínoain no acaba ahí. Resulta que Gonzalo Vicuña, el alcalde electo, ni siquiera pudo tomar posesión de su cargo debido a una indisposición. A finales de diciembre, Gonzalo Vicula renunció definitivamente a su cargo, siendo elegido finalmente Javier Echarri, con los votos a favor de los seis concejales, que como ya he dicho, son todos de su partido. Mientras, fuera, los vecinos protestaban.
El caso de Garínoain es muy ilustrativo. Es lo que pasa cuando alguien no quiere involucrarse en política. Esas actitudes como "Yo paso de la política" o "Todos son iguales" o "No votes o vota en blanco o nulo" son las que al final favorecen este tipo de sucesos. La gente no está de acuerdo con los candidatos, pero prefiere quedarse de brazos cruzados o, lo que es peor, votar a esos candidatos. Luego, con protestar, ya tenemos bastante.
Y es que, cuando pasamos de la política, los malos gestores se hacen con el Gobierno. Recordad Garínoain. No les dejemos las puertas abiertas a gestores que no deben gobernarnos.