La foto que acompaña a este post muestra lo que se ve, un niño de 22 meses pegado a una pared con cinta adhesiva. Ocurrió en Beatrice (Nebraska, Estados Unidos). Los padres del pequeño, dos jóvenes de dieciocho y diecinueve años, habían salido de fiesta una noche. Al volver, a la madre se le ocurrió la genial idea de pegar a su hijo a la pared con la cinta adhesiva. No contenta con su hazaña, la joven madre le sacó una foto y la colgó en MySpace. Un amigo vio la foto y la denunció a las autoridades.
El padre (en realidad, padrastro, pues era el novio de la chica) pasará diez días en prisión y dos años de libertad condicional y la madre, entre 36 y 60 meses de cárcel por abuso de menores. Poco castigo me parece.
De todas formas, creo que este suceso habla por sí solo.
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3 comentarios:
Pobre criatura. Toda mi solidaridad con el niño. Eso ni son padres ni son nada.
Saludos progresistas de Madrid.
Algunos no se para que demonios tienen hijos...pobre niño.
Un abrazo kurtz
Marcos: Tú lo has dicho.
Saludos progresistas.
Julian: Algunos creen que esto es un juego de niños. Y así va.
Un abrazo.
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