Entre rosas y gaviotas, nos toman por idiotas

El PSOE perdió, en las últimas elecciones, más de cuatro millones de votos. Lo lógico es que cualquier partido interesado en volver a gobernar revisase sus fallos y los corrigiese. Pero el PSOE no. Continúa la misma línea que le llevó a perder las últimas elecciones y, con ellas, el Gobierno.
Dos ejemplos sirven para ilustrar esta argumentación. A principios de este mes, el PSOE se abstuvo en una votación para obligar a los bancos a implantar la dación en pago. y, como digo, el PSOE se abstuvo. Y eso que su candidato, Alfredo Pérez Rubalcaba, llevaba la dación en pago en su programa electoral (recuerdo que alguien me dijo en cierta ocasión que el programa de Rubalcaba era de izquierdas). Mal vamos si el principal partido de la Oposición trata de recuperar la confianza de su electorado mintiendo.
Tampoco está el PSOE a favor de eliminar la dieta que cobran para gastos de alojamiento 62 parlamentarios que tienen vivienda en Madrid. PP y CiU piensan igual que el PSOE.
El PSOE se está convirtiendo a pasos agigantados en la versión ligth y "progre" del PP. En materia de derechos sociales no estarán de acuerdo, pero en materia económica y de privilegios corporativistas parece que sí. Y así, las cosas van muy mal. Del PP nos podemos esperar que nos mientan. Son el partido de la mentira continua. Pero lo del PSOE de los últimos años ya clama al cielo.
Al paso que vamos, no me extrañaría que los dos partidos principales acabaran haciendo un pacto para alternarse en el poder, como se hacía en otras épocas.