La transparencia sólo fue un espejismo

(Rita Barberá haciéndole la cobra a Alberto Fabra.)

Alberto Fabra llegó a la presidencia de la Comunidad Valenciana tras la dimisión de Francisco Camps, acosado por el caso Gürtel. Fabra quiso desmarcarse de la línea de su antecesor, al menos, aparentemente. Y una de las cosas que más repitió es que ahora iba a haber más transparencia.
Pero Alberto Fabra es del PP, el mismo partido que Camps. Fabra no deja de ser el mismo perro con distinto collar. Su prometida transparencia no deja de ser eso, una promesa vacía que cae una y otra vez en saco roto. Dos ejemplos lo certifican:

-Se forma una comisión en Les Corts para investigar el saqueo de EMARSA. Sin embargo, el PP, gracias a su mayoría absolutísima, impide que los resposnables políticos puedan declarar en la misma. Rita Barbrá, Juan Cotino y Enrique Crespo se libran así de tener que dar explicaciones sobre su responsabilidad en dicho saqueo.

-También se ha formado otra comisión para investigar la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), intervenida por el Estado. De nuevo, el PP, valiéndose de su mayoría absolutísima, ha rechazado que comparezcan Alberto Fabra y sus antecesores Francisco Camps, José Luis Olivas y Eduardo Zaplana. También rechazó las intervenciones de Gerardo Camps, exconseller de Economía; José Manuel Vela, actual conseller de Hacienda; y Josep Oliu, presidente del Banco sabadell, entidad que adquirió la CAM.

Estos son sólo dos ejemplos de que nada ha cambiado en la Generalitat, si es que alguien pensaba que así era. El método de rechazar comparecencias incómodas ya lo utilizaba Francisco Camps. Recordemos el caso más célebre, la comisión de investigación del accidente de metro de 2006, en la que se vetó a testigos que dirían cosas que no interesaban a la Generalitat para mantener su versión oficial.