Camps y Urdangarín

Dios los cría y ellos se juntan. Nunca había estado tan acertado el refrán.
El escándalo de Iñaki Urdangarín y el Instituto Nóos ha salpicado especialmente a Baleares y la Comunidad Valenciana. La Generalitat valenciana y el ayuntamiento de Valencia figuran como las dos instituciones que más dinero entregaron a los negocietes del duque de Palma, tan sólo superados por el Gobierno balear de Jaume Matas. En nuestra comunidad, tampoco se han salvado empresas como Aguas de Valencia y equipos de fútbol como el Valencia o el Villarreal, que figuran entre las 103 empresas (públicas y privadas) que pagaron al entramado de Urdangarín.
Tanto Matas como Camps adjudicaron a dedo al Instituto Nóos la realización de eventos cuyos pagos eran justificados con facturas falsas e infladas. Así, por ejemplo, la Generalitat valenciana de Camps pagó casi cuatro millones de euros al Instituto Nóos por las ediciones de 2004, 2005 y 2006 del Valencia Summit. Por cierto, la cifra es el doble de lo que cobró al Gobierno balear por el Forum Illes Balears, un evento similar en los años 2005 y 2006. Para organizar este evento en Valencia, se firmó un convenio con cláusulas que obligaban a la confidencialidad del mismo. En representación de la Generalitat firmó Ciudad de las Artes y las Ciencias SA (CACSA), que es la empresa pública que gestiona la Ciudad de las Artes y las Ciencias, y en representación del ayuntamiento de Valencia firmó la Fundación Turismo Valencia Convention Bureau.
Tres altos cargos valencianos están imputados por estos contratos. Se trata de Jorge Vela (exdirector general de CACSA y actual responsable del Instituto Valenciano de Finanzas), José Manuel Aguilar (también exdirector general de CACSA) y José Salinas (director de la Fundación Turismo Valencia). También han declarado, aunque no han sido imputados, varios trabajadores de la Ciudad de las Artes y las Ciencias y Alfonso Grau, vicealcalde de Valencia.
No fue el Valencia Summit el único evento del que Urdangarín se lucró a costa del dinero de todos los valencianos y valencianas. También hubo gestiones para la candidatura valenciana de los Juegos Europeos. Los juegos Europeos iban a celebrarse en Valencia en 2010. Incluso el propio Camps lo anunció para sorpresa de Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español, y de Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte. La competición nunca llegó a celebrarse.
Según las cuentas, las facturas del Instituto Nóos engordaron al calor del Gobierno de Matas y de los grandes eventos valencianos, incluida la Copa América de vela.
Al final, va a resultar que la corrupción en Valencia va a ser una nueva tradición. Y ya se sabe, algunos siguen al pie de la letra eso de "Allá donde fueres, haz lo que vieres". Y mientras, los únicos que nos quedamos sin nuestra parte del pastel para robar somos los ciudadanos de a pie, de quienes esta gente se ríe, porque piensan que somos gilipollas (y nosotros les dejamos que lo piensen).

(Enric Morera, portavoz de Compromís, muestra la foto de un acto organizado por el Instituto Nóos y en la que aparecen Esteban González Pons, Iñaki Urdangarín, Francisco Camps, Rita Barberá y Rafael Blasco.)