Campus Jove: socialistas y demócratas cuando interesa

Campus Jove es una organización estudiantil de carácter progresista, que defiende el proyecto progresista universitario. Una cosa hay que recalcar, muy importante para repasar los orígenes de esta organización, y es que "progresista" no es sinónimo de "socialista". Es más, Campus Jove huye de la denominación política y de cualquier intento de vinculación con el socialismo político. Esto resulta curioso, teniendo en cuenta sus orígenes. Y es que la organización fue fundada, en Alicante, por gente como Herick Campos (quien fue secretario general de Juventudes Socialistas de España desde 2000 hasta 2007) o Leire Pajín (ministra de Sanidad con el Gobierno de Zapatero). En Valencia, antiguos militantes socialistas participaron en su fundación. Y en la universidad Jaume I de Castellón, el fundador de Campus Jove fue Carlos Fernández, quien ha ocupado diferentes puestos en el Partido Socialista y Juventudes Socialistas (entre otros, secretario general de Juventudes en Mislata y de la comarca de Horta Sud), siendo actualmente alcalde de Mislata por el PSPV. Es por ello que Campus Jove está considerada como una organización hermana de Juventudes Socialistas.
Esto es la teoría, porque la práctica es muy diferente. Los dirigentes de Campus Jove, como ya he señalado al principio, se califican bajo la denominación de "progresistas" e "independientes políticamente". Sin embargo, la realidad es que esos mismos dirigentes son activos socialistas a los que no les importa recibir financiación del Partido Socialista. En Campus, y siempre de cara a la galería, huyen de cualquier relación con el PSOE (sobretodo cuando el partido, a nivel nacional o regional o local, va mal). De esta forma, en las elecciones estudiantiles atraen votos, al hacerse pasar por independientes de cualquier partido político. Literalmente, lo que hacen es renegar del socialismo político, pero sólo de puertas afuera, ya que esta misma gente que va de progresistas e independientes ocupan cargos importantes en el Partido Socialista y en Juventudes Socialistas. ¿Cómo es posible? Gracias a los resultados que cosechan en las elecciones estudiantiles, se hacen pasar por referentes del socialismo en la universidad. Hay varios ejemplos destacables:

-Pilar Sarrión: Fue delegada del rector para los estudiantes (cargo que elige directamente el rector) y ahora es secretaria de Educación, Universidad y Cultura en la ejecutiva de Jorge Alarte (secretario general del PSPV, para quién no lo conozca).

-Joan Enric Úbeda: También fue delegado del rector para estudiantes y ha ocupado diferentes cargos en Juventudes Socialistas, entre ellos, el de secretario general de Juventudes Socialistas de Gandía. Actualmente es asesor del rector Esteban Morcillo en Márketing y Comunicación.

-Carlos de la Cruz: Ha pasado por la secretaría general del PSPV en Pla del Real (agrupación afín a Salva Broseta en la que bastantes de ellos hacen carrera política) y por la coordinación general de Campus Jove.

-Daniel González Serisola: También es delegado del rector para estudiantes, cargo que ha ocupado con el anterior rector y ahora con el actual. No milita oficialmente en Juventudes Socialistas, pero ocupa la secretaría de Formación de la ejecutiva provincial de Valencia de la organización, a pesar de que no lleva ni un año de "militancia".

-Gabriel Salinas: Es coordinador general de Campus Jove. Milita en el PSPV en Pla del Real. En Juventudes Socialistas, ocupa el cargo de secretario de Acción Electoral en la ejecutiva provincial de Valencia.

-Pau Recuenco: Ocupó diversos cargos en Campus Jove y, actualmente, forma parte de la ejecutiva del PSPV en Pla del Real.

Desde hace tiempo, estas circunstancias han levantado un debate interno sobre el carácter de Campus Jove. Hay quien defiende con cierta lógica que Campus Jove debería calificarse como socialista. Este grupo es tachado como el grupo crítico y han sido señalados por los dirigentes, que han desatado una caza de brujas. Esta caza de brujas ha dado pie a situaciones que podemos señalar abiertamente como antidemocráticas.
Recientemente, la Mesa de Coordinación de Campus Jove paralizó la afiliación de 30 personas. De estas 30 personas, 10 fueron suspendidas de por vida (alegando que tenían mala intención al afiliarse, como si algún iluminado dispusiera de la Unidad Precrimen de Minority report). Los otros 20 fueron suspendidos porque "no se les conocía". Incluso se dan circunstancias tales como gente que ya estaba afiliada, aunque se habían desvinculado de la organización sin darse de baja. Ahora se encuentran con que su ficha de militante ha desaparecido. Otros sí que se habían dado de baja, pero ahora se les impide volver a afiliarse.
Luis Pastor, secretario de Organización de Campus Jove, es el responsable de esta paralización. No ha dado ninguna explicación sobre el porqué de esta paralización, más allá de las señaladas unas frases antes. Según se denuncia desde los afectados por esta paralización de las altas, los "amiguitos de Luis" no tienen problemas para afiliarse. Sin embargo, los que no son amigos de Luis, o son amigos de ciertas personas señaladas como críticas, sí tienen problemas para ser afiliados y se les presupone mala intención. Incluso, se han inventado una nueva condición consistente en que los aspirantes a afiliarse a Campus Jove deben trabajar para la organización. Si ellos consideran (y sólo si ellos lo consideran) que has trabajado para la organización de forma correcta, te afilian. Sin embargo, incluso esta norma se la saltan cuando les interesa: gente nueva no ha tenido problemas para afiliar incluso a amigos.
En cualquier caso, es evidente que nos encontramos ante una vulneración del derecho de asociación, recogido incluso en nuestra Constitución. A aquéllos cuyas altas han sido paralizadas no se les ha comunicada nada referente a su situación. Tampoco se quiere entregar el acta de la reunión en la que se tomó esta decisión porque "no existe". En definitiva, ya se ha dado carpetazo al asunto.
La caza de brujas anteriormente nombrada provoca que se persigan incluso órganos propios de la organización. Es el caso de las asambleas de facultad. Campus Jove consta de una asamblea general y de asambleas de facultad. Las asambleas de facultad no son órganos reconocidos en sus estatutos, sin embargo, siempre se han formado. La dirección sólo se muestra interesada por estas asambleas cuando votan lo que a ellos les interesa. Esta persecución de los críticos ha llevado a Campus Jove a un estancamiento. En las últimas elecciones claustrales, Campus Jove consiguió un claustral más.
Sin embargo, el estancamiento de sus resultados se hace evidente. Un ejemplo muy claro es el de la facultad de Derecho. Allí, Campus Jove ha pasado de ser segunda fuerza a quinta.
En definitiva, en estos tiempos de tanto descreimiento ciudadano con la política, actitudes como éstas no hacen sino dar la razón a los descontentos. Y lo peor es que parece que algunos ya tienen asimilado este comportamiento antidemocrático y antiético y desde jóvenes hacen méritos para medrar y perpetuar los malos comportamientos que vemos habitualmente en los partidos, impidiendo que otras personas con intenciones más honestas y trabajadoras puedan alcanzar el poder de las organizaciones para darnos resquicios de esperanza a los que estamos descontentos.