Millones perdidos

Mientras las farmacias valencianas siguen en huelga (entre ellas, la farmacia de la mujer de Camps) y el juicio a Francisco Camps sigue inexorable su curso, siguen apareciendo datos que nos muestran el porqué de la situación actual.
Es obvio ese porqué, aunque mucha gente no quiera verlo porque vivimos en la "millor terreta del mon". Desde hace un par de décadas, el despilfarro y la corrupción se han convertido en la nueva tradición valenciana.
El ejemplo más claro es el caso Gürtel. Y dentro del caso Gürtel, fue la visita del Papa Benedicto XVI a Valencia en 2006. La empresa Teconsa, una empresa dedicada a la construcción y el movimiento de tierras, fue la empresa a la que se adjudicó la retransmisión de la visita papal. A esta empresa se le adjudicaron 7,49 millones de euros. De éstos, 3.654.000 euros fueron a Sirius Showequipment, una empresa alemana subcontratada para montar las pantallas y la sonorización de la visita. Esta empresa fue seleccionada gracias a las buenas referencias de El Vaticano, ya que ofreció sus servicios en 2005, en la visita del Papa a Colonia. La empresa alemana desglosó así los gastos: 1.605.200 euros para pantallas; 495.000 euros para personal técnico; 240.000 euros en dietas y alojamientos; 183.000 euros en estructuras; 86.400 euros en envío de la señal; 96.600 euros en grúas y elevadores; 16.400 euros en comunicaciones; 76.800 euros en producción y coordinación; y 350.000 en transportes.
Del resto de millones hasta completar los que se llevó Teconsa no aparecen por ninguna parte, no están justificados en ninguna parte. Son millones perdidos.
Somos los ciudadanos los primeros que debemos exigir transparencia en los contratos públicos que se firman. Porque el dinero público sí que tiene dueños, y somos nosotros, y debe importarnos qué se hace con él. Pero mientras estas cosas no nos interesen, mientras pasemos de ellas o de la política, ellos seguirán campando a sus anchas y robando dinero a millones.