El caso es que durante las celebración de la Campus Party hubo una "anécdota" que apenas llamó la atención: Dos días se abatieron pequeñas tormentas de verano sobre la ciudad, y el Ágora se llenó de goteras. Tanto que hubo que cubrir algunos ordenadores con plásticos, como en la imagen.
Esta imagen es para mí el ejemplo de la comunidad en la que vivimos. Una comunidad en la que nos creemos los mejores, muy cosmopolitas y modernos, pero que está llena de goteras. Y de Pepes Goteras y Otilios, que construyen chapuzas mientras se llenan el bolsillo.
Y así nos va.
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