jueves, 27 de octubre de 2011

¡¡¡QUEREMOS SANGREEE!!!

Hace unos días, el toro Ratón era exhibido en Vinaròs. Este toro de once años ha alcanzado la fama por la cantidad de muertos y heridos que lleva sobre su espalda. Y resulta que el toro defraudó porque no dio ningún revolcón a nadie.
El toro salió al ruedo con la música de La muerte tenía un precio. Esto ya demuestra la catadura moral de algunos. El toro salió, pues, y no provocó ni heridos ni muertos (debe ser que nadie de los que saltó al ruedo estaba borracho). Incluso una vaquilla se convirtió en protagonista cuando ella sí que cogió a un aficionado, aunque sin consecuencias.
Así pues, con el morbo de los aficionados decepcionado, la respuesta fue abuchear al toro. No había dado lo que cuatro mil personas buscaban: sangre. Esto demuestra que la moralidad no ha evolucionado nada desde tiempos del circo romano.
Ya sólo me queda preguntarme cuántos de éstos que abuchearon a un toro por no coger a nadie estarán ahora disfrutando con cada una de las repeticiones que nos da la televisión sobre la muerte de Simoncelli.

2 comentarios:

Jorge Arbenz dijo...

Hay preguntas que es mejor no hacerse.

Kurtz dijo...

Sí, es mejor no hacérselas si uno no quiere perder la poca fe que le queda en la Humanidad.