Benidorm

Antes de ser presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana alcanzó la alcaldía de Benidorm en 1991 gracias a una tránsfuga socialista, Maruja Sánchez.
Este verano, sin embargo, el fantasma de las mociones ha vuelto a Benidorm. José Bañuls, del PP, rompió con el equipo del alcalde Manuel Pérez Fenoll, partidario de Camps, lo cual hace que el PSPV y el PP estén empatados a doce ediles. Esto ha provocado que el PP denuncie una moción de censura "encubierta" por parte de los socialistas con el apoyo de un supuesto tránsfuga. Es curioso que ahora vayan de antitránsfugas los del PP cuando ya se han hecho con las alcaldías de Dénia, Calp, Vila-Joiosa y La Vall de Laguar.
Por su parte, el PSPV de Benidorm ha denunciado al alcalde de la localidad por la "postura de bloqueo institucional" que aseguran que mantiene. La denuncia se ha producido después de que el PP local anulase en un pleno ordinario convocado fuera de las fechas establecidas los acuerdos por los que se eliminaban varios cargos de asesoramiento del consistorio, entre ellos, el de Maruja Sánchez. El PP revocó dichos acuerdos en un pleno ordinario convocado fuera de las fechas habituales y del que se ausentó uno de los concejales socialistas. Según los socialistas, se podría estar incurriendo, en primer lugar, en un presunto delito de prevaricación, y otro de invasión de las competencias del Pleno e impedimento del ejercicio de los derechos cívicos, un delito "penado con hasta cuatro años de inhabilitación en el desempeño de empleo o cargo público".
Además, los socialistas le exigen al alcalde o bien una moción de confianza o bien la dimisión. Y el alcalde les ha retado a que presenten una moción de censura. A pesar de que ni el PSPV a nivel autonómico, ni el PSOE a nivel nacional, apoyan dicha moción, en el PP andan nerviosos por si, de producirse, contasen con el voto discordante de Bañuls.
Y, personalmente, aunque no soy muy amigo de ganar alcaldías de forma tan traicionera como valiéndose de tránsfugas, o jugamos todos con las mismas reglas o rompemos la baraja. Lo que no se puede hacer es que unos se comporten de acuerdo a la legalidad democrática y los otros vayan ganando alcaldías a base de mociones y tránsfugas.