Hace unos días, en Les Corts Valencianes, el diputado de Esquerra Unida (EU), Ignacio Blanco, reprochó al Gobierno valenciano que no lucha suficientemente contra la corrupción. Para demostrarlo, leyó los nombres de varios diputados y diputadas del PP, imputados o denunciados por casos de corrupción. Una de las diputadas mencionadas, Mayte Parra, parece que no se contentó cuando Blanco la nombró en aquella vergonzosa lista.
De Mayte Parra he hablado recientemente en este blog por su implicación en un caso de corrupción que se está investigando en la localidad alicantina de la que ella es alcaldesa, Ibi. Cuando fue nombrada por Blanco en el pleno, ella no se lo tomó bien, y le dedicó una "peineta" al diputado de EU. Al descanso del pleno, Parra se fue a por Blanco, al que encontró en los pasillos y le gritó e insultó, llamándolo "mentiroso". Carmen Amorós, del PP, tuvo que sujetar a su compañera de partido. Hubo un segundo asalto. Parra esperó a Blanco en la puerta y, de nuevo a gritos, le espetó que ella había puesto una denuncia por calumnias contra la exedila que la había denunciado. De nuevo, tuvo que ser sujetada por miembros de su propio partido e, incluso, tuvo que mediar Ricardo Costa. Al final, según sus propias compañeras diputadas, Parra se tomó una valeriana y se calmó.
Quien piense que estos comportamientos son aislados, están muy equivocados. Recordemos que, recientemente, otro diputado llamó "gilipollas" a una diputada de la Oposición, o que Carlos Fabra llamó "hijo de puta" al líder de la Oposición en Castellón hace algunos años. Actitudes bochornosas que, sin embargo, son toleradas sin reprobación alguna por parte del partido al que pertenece el sujeto que las suelta. Supongo que para ellos, eso son formas democráticas.
jueves, 17 de mayo de 2012
Formas democráticas
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