miércoles, 9 de noviembre de 2011

Barrio Sésamo para periodistas

"Hola. Muy buenas noches. 1 del 11 de 2011, día de Todos los Santos y a 20 días del 20-N nos encontramos con una sesión de gran nerviosismo que se extiende por toda Europa debido al anuncio del referéndum en Grecia para ver si los ciudadanos helenos aprueban las medidas de rescate de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional. Tiembla la zona euro y tiemblan también los bancos.
Mientras todo esto pasa, aquí en casa vemos cómo se desarrolla una campaña electoral en la que el Partido Popular, que ya ha dado a conocer su programa, ha exigido la dimisión de Pepiño Blanco el Gasolinero y su exclusión de las listas electorales. El Partido dice que tras la declaración de un empresario asegurando que pagó doscientos mil euros al primo del ministro para entrevistarse con él, la situación de Blanco es insostenible. Y piden, no sólo su dimisión, sino también la renuncia a formar parte de las listas del PSOE a las elecciones del 20 de noviembre. Pero como la neboa galega continúa haciendo de las suyas, el abrazo del oso representa perfectamente lo que está pasando, y nos quieren ocultar en España. Zapatero abraza a Blanco en una escena en la que parece, más bien, que le esté dando el pésame. Y es que no es para menos. La despedida hecha abrazo y puñalada también.
Por otro lado, Elena Valenciano, directora de campaña del candidato Rubalcaba y número dos de la lista socialista por Madrid al Congreso, continúa erre que erre. Si ayer nos contaba que el Partido Popular no tiene programa, hoy vuelve a la carga definiendo el no programa como un conjunto de vaguedades, brindis al sol e imprecisiones. A ver cómo quedamos. ¿Hay o no hay? ¿Será que no se ha leído las doscientas veintidós páginas del programa popular? ¿Será, a lo mejor, que no lo ha entendido? ¿qué... qué será? Y es que su obsesión es, y será, que ellos sí tienen equipo, propuestas y programas. ¿Equipo, propuestas y programas? Justamente lo que no ha tenido el Gobierno del que su jefe ha formado parte y que nos ha llevado a la más absoluta de las ruinas, a la miseria en temas económicos. ¿Propuestas? Las de un Gobierno que hacen partirse de risa a cualquier líder europeo con un poco de sentido común. ¿Y programa? Un programa que no han podido poner en marcha en ocho años que llevan en el Gobierno.
Antes hemos hablado del estado de casi pánico de las Bolsas a veinte días de nuestras elecciones generales, del referéndum que habrá en Grecia en febrero, y ahora, añado yo, de las elecciones que en marzo de 2012 tendrán lugar en Zimbabue. Priscilla, que es ministra de Integración Regional de este país, ha declarado que los hombres tendrían que aplicar sanciones de dormitorio a las mujeres que no voten. Es decir, que si no se llega a casa con los dedos manchados de tinta, como prueba de haber acreditado su voto con su huella digital, habrá una especie de embargo sexual. Y eso lo ha dicho y se ha quedado más ancha que larga. Pa' flipar.
Y para finalizar, más suciedad para esta intro. Porque para acabar, tengo una petición a todas las brujas, fantasmones, zombis malignos y muertos vivientes que poblaban anoche la ciudad de Valencia y pueblos como Gandía o Sueca, y que hoy todavía duermen el sueño de la justa resaca. La próxima fiesta que se monte en el País de los Malignos hagan el favor de llevarse con ellos las ocho toneladas de basura que han dejado en nuestras calles y que nos han costado a todos una pasta de recoger y casi también se quedan allí una temporadita, como los niños, en el rincón de pensar.
Buenas noches, y comenzamos."

Con esta extensa intro comenzaba el pasado día 1 de noviembre Asun Hernández, conductora del informativo (por decir algo) de Ràdio 9. En un valenciano bastante rudimentario en ocasiones (que, como se ve, he traducido), Asun Hernández se va creciendo. En los últimos párrafos se va creciendo y va utilizando un lenguaje más coloquial. Curiosamente, Asun Hernández fue concejala del PP entre 1995 y 1998, lo cual explica algunas de las cosas que dice y cómo las dice. No voy a entrar en lo acertado o no de sus juicios (personalmente, sólo estoy de acuerdo con lo de Zimbabue, porque es "pa' flipar"). Sin embargo, sí que voy a decir algo: y es que falta un Barrio Sésamo para periodistas. Un Barrio Sésamo que les haga distinguir a más de uno entre noticias y opinión; entre una información y un editorial.

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