sábado, 21 de septiembre de 2013

La fuente de la vida



A veces sucede que una película es capaz de trascender más allá del soporte de celuloide y se convierte en una Obra Maestra, con mayúsculas. No es una película, simplemente es una obra artística de primer nivel. Esa sensación es la que experimenté viendo La fuente de la vida.
La película, dirigida por Darren Aronofsky y protagonizada por Hugh Jackman y Rachel Weisz, está dividida en tres épocas: el pasado, donde un conquistador es enviado al Nuevo Mundo por la reina de España para encontrar el legendario Árbol de la Vida; el presente, donde un hombre trata de encontrar una cura para el cáncer que sufre su mujer; y el futuro, donde un hombre se adentra en el universo para desentrañar un secreto. En todo momento, las historias se entrecruzan y mezclan. Porque realmente estamos viendo la misma historia: la lucha de un ser humano, del ser humano, por vencer la enfermedad y la muerte y alcanzar la inmortalidad.
La narración, en todo momento, conecta con el espectador (me atrevería a decir que con el espíritu del espectador), haciéndole partícipe de la historia. La dirección y el montaje son simplemente espectaculares. Y la música de Clint Mansell (uno de los grandes compositores de bandas sonoras) es brutal, destacando esta pieza, titulada Tree of Life.
En definitiva, La fuente de la vida es una de esas grandes películas que uno no debería perderse.

Tráiler.

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