miércoles, 2 de abril de 2014

La era de la sobreinformación

"Muchas veces me han preguntado cómo sé que soy especial. Es difícil de decir; digamos que siempre lo he sabido. Ya desde el colegio, sabía que ninguno de los que me rodeaban estaba a mi altura. Como delegado de mi clase, en 3ºB, tomé la decisión de ocupar 3ºD y librar a aquellos pobres chicos del pésimo delegado que habían elegido. No fue una decisión sencilla; tuve que mandar a varios muchachos a combatir al patio, pero, al final, obtuvimos la victoria. Ese día supe que estaba destinado a algo más grande que yo mismo.

La primera vez que supe que no era un ser humano corriente, lo recuerdo bien, fue cuando ETA voló mi coche conmigo dentro. Salí de allí, envuelto en llamas, y pensé: ¿cómo es posible que haya sobrevivido? Nadie se lo explicaba. Los médicos no encontraban una respuesta, tampoco mi personal de seguridad. A todo el mundo le pareció… Milagroso. Esa noche soñé con Dios. Era una luz, no tenía rostro, pero sí voz. Me iluminó con su haz y me dijo: "Jose Mari, si te he salvado es porque te necesito vivo para que lideres a la humanidad". Me dijo un par de cosas más, pero son personales. Aquella experiencia me cambió, por supuesto. Desde entonces soy mucho más humilde.

Me atrevo a decir que George es mi mejor amigo. Compartimos una ambiciosa visión del mundo, la visión de los líderes de la humanidad. George me planteó un reto fascinante, que consistía en convencer a todo un país de que nosotros teníamos razón mientras les matábamos. Nunca antes se había intentado algo tan ambicioso, así que acepté inmediatamente. Fue una gran experiencia de la que guardo muchos buenos amigos.

Creo que un hombre debe cuidarse con independencia de su edad. A todos nos gusta sentirnos sexys, también a mí. Empecé corriendo cinco kilómetros al día; hoy corro veinte y no sudo. Claro que nunca he sudado. Mi médico dice que es un trastorno glandular, pero yo lo llamo don."

Estos son fragmentos del libro de memorias de Aznar. Por la descripción, podemos ver que se trata de un hombre profundamente soberbio. Bueno, en realidad, estos fragmentos son falsos. A pesar de que se nota a la legua por su lenguaje exagerado, es algo que parece que hay que aclarar. Sin embargo, estos fragmentos aún siguen pululando por la red como verdaderos. Sin ir más lejos, hace un par de días acompañaban a una foto bastante siniestra de Aznar en un grupo de Facebook.
A todos nos han colado , en mayor o menor medida, alguna noticia falsa (sin necesidad de que sea el Día de los Inocentes).Incluso en los grandes medios pasa. Siempre se han colado noticias falsas y rumores, generalmente con carácter malicioso. Pero la persistencia de algunos fakes resulta sorprendente.
Hoy en día es muy fácil difundir bulos por Internet y que se propaguen en cuestión de minutos. Y, como suele decirse, una mentira repetida mil veces se convierte en verdad. Hoy en día, un bulo retuiteado mil veces se convierte en verdad.
Resulta asombroso, sin embargo, cuánta gente se lo cree simplemente porque está publicado. Sean las falsas memorias de Aznar, o la fotografía de Zapatero junto a un mapa expansionista de Marruecos, o el bulo de los logros de Hollande en sus primeros 56 días de Gobierno (por nombrar algunos de los que afectan a políticos importantes en los últimos años).
Algunos dicen que gracias a Internet vivimos en la era de la información. Yo creo que más bien vivimos en la era de la era de la sobreinformación. Y la sobreinformación, en la práctica, viene a ser lo mismo que la desinformación. Al final, de lo que se trata, es de mantener a la gente en un estado de agitación e indignación, pero que no pase de ahí. Además, esa sobreinformación provoca que se pierde el espíritu crítico de lo que se está leyendo o viendo (hay bulos que resulta increíble que la gente se los trague). En definitiva, parece que alguien aprendió muy bien las lecciones de Goebbels.

2 comentarios:

Ana A dijo...

No es bueno vivir a golpe de tweet, Hay que leer, formarse, reflexionar, sacar las propias conclusiones. es una tarea que requiere tiempo, esfuerzo, concentración.

Es más difícil coger un libro de historia y ponerse a leer para aprender que andar reaccionando a toda payasada, es difícil pero necesario para no vivir en la epidermis de lo que pasa

Kurtz dijo...

Totalmente de acuerdo. Lástima que la gran mayoría no lo vea así.