Hubo una época en la que Valencia era el espejo donde todos se querían mirar. Hubo una época en la que Valencia derrochaba dinero en grandes eventos, principalmente deportivos (tenis, hípica, Fórmula 1, Copa América de vela), aunque los servicios públicos estuvieran hechos un asco. Pero eso no importaba, Valencia estaba en la cresta de la ola y en boca de todos. Éramos la envidia de todos, y Mariano Rajoy quería exportar el modelo valenciano al resto de España.
Pero la Comunidad Valenciana está arruinada. Se ha arruinado a base de corrupción y derroche. Nuestros gobernantes regionales se encuentran con que ahora no están gobernando un trasatlántico, sino un submarino en inmersión descontrolada.
La Comunidad Valenciana necesita un rescate. Pero no sólo un rescate económico, tal y como ya lo ha solicitado. También un rescate moral. En 2011, con todos los escándalos de corrupción y económicos que asolaban al Gobierno regional, el PP ganó las elecciones, nuevamente con mayoría absoluta. La pregunta es por qué. No me valen excusas del estilo de "La gente vota manipulada por Canal 9" o "La Oposición política no genera confianza" o similares. En la Comunidad Valenciana (y también en el resto de España, para que nos vamos a engañar) existe la mentalidad del "Bah, todos roban" o "Si yo estuviera ahí también robaría". Además de eso, parece que esos grandes eventos han cegado a más de uno, que prefería ver coches de Fórmula 1 dando vueltas por el puerto, antes que la verdadera situación económica valenciana.
Valencia necesita un rescate, un rescate moral. Un rescate para que los ciudadanos se interesen por la política y se informen. Eso sería necesario si los valencianos quieren hacer honor a su himno regional y quieren volver a ofrenar noves glòries a Espanya. De lo contrario, sin ese rescate moral, Valencia seguirá siendo el hazmerreír de España
martes, 4 de septiembre de 2012
Valencia necesita un rescate
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2 comentarios:
Es el eterno "meninfotisme" valenciano. En realidad es un sin sintido, gran parte de lo que ahora nos ahoga, y además con Camps en el banquillo, ya se sabía cuando se votó mayoritariamente al PP y al propio Camps.
El eslogan "Zapatero odia a los valencianos" caló muy hondo y ahora pagamos las consecuencias... todos.
Un abrazo
Y el eslogan es más amplio: "Los socialistas odian a los valencianos". siempre me ha llamado la atención que el PSPV, sin escándalos de corrupción, se hunda cada vez más en el panorama político valenciano.
Un abrazo.
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