martes, 13 de enero de 2015

Je suis hypocrite



(Foto de la vergüenza: los líderes mundiales que acudieron a la manifestación contra el terrorismo celebrada en París, separados del resto de los manifestantes).


Desde que se produjeron los atentados de París, que han provocado la muerte de 17 personas (sin contar a los tres terroristas) las muestras de dolor, indignación y rabia no han dejado de sucederse. Pero algunas de esas muestras no dejan de ser puro cinismo. Y ese cinismo se juntó todo en la multitudinaria manifestación de París para condenar los atentados. No solo por imágenes como la que encabeza este post, donde se ve a los líderes mundiales separados del resto de la manifestación, cuando en televisión aparecían encabezándola. Muchos de esos líderes hablaban de libertad de expresión cuando en sus países no la respetan. Líderes de países como Egipto, Jordania, Israel, Rusia o España solo servían para manchar la libertad de expresión y la manifestación y el recuerdo de las víctimas. Porque en los países nombrados, revistas como Charlie Hebdo estarían prohibidas o sufrirían constantes censuras y amenazas. En España, de hecho, artistas y humoristas ya saben lo que es sufrir amenazas, atentados o penas de cárcel.
Precisamente España no tiene mucho pecho que sacar en esto de la libertad de expresión. Ya comenté algunos casos en mi post sobre los atentados de París. Precisamente, mientras Francia y el mundo entero seguían conmocionados por el ataque, en España el humorista Facu Díaz recibía una citación de un juez. La razón de la citación es este sketch (sí, lo enlazo porque creo en la libertad de expresión). En España se han vivido últimamente demasiados ataques a la libertad de expresión. Lo peor es que se han hecho desde las instituciones mayormente, lo que le da una pátina de legalidad muy peligrosa. El más reciente es la aprobación de la Ley Mordaza (acompañada de la reforma de la Ley de Enjuiciamiento). El PP, el partido de Mariano Rajoy, se ha convertido en especialista de cargarse la libertad de expresión (y cagarse en ella). Y en Valencia hemos visto muchas veces este comportamiento antidemocrático. Han censurado exposiciones fotográficas, obras de teatro (aunque otras veces lo intentan sin conseguirlo), cantantes, asociaciones culturales y canales de televisión (Info TV, TV3, Gandía TV y Canal 9). Que el PP vaya ahora de defensor de la democracia y la libertad de expresión es tener la cara más dura que el cemento y tomar por gilipollas a los ciudadanos. No hay diferencia en prohibir y censurar desde una institución y entrar a tiros en una redacción. El resultado es el mismo: la muerte de la libertad de expresión.

Pero lo que más me llena de rabia estos días por la hipocresía de los líderes mundiales es lo que está pasando en Nigeria. En Nigeria, Boko Haram está provocando auténticas carnicerías. Según algunas fuentes, en las menos de dos semanas que llevamos de año ya ha matado a tres mil personas. Tres mil. 3.000. Tres mil personas. Prácticamente el mismo número de fallecidos que el 11 de septiembre de 2001. En algunos de sus atauqes, Boko Haram ha llegado a utilizar niñas kamikazes. Este Hitler africano es el mismo que secuestra niñas con las que Occidente se solidarizó hasta que apareció una noticia más interesante. La comunidad internacional mientras deja que Nigeria y África se desangren mientras mueren sus niñas. Total, son negritos que a nadie interesan. Los líderes mundiales no viajarán a Nigeria para condenar a Boko Haram. Tampoco viajarán a Yemen, donde el mismo día de los atentados de París, un coche bomba mataba a más de treinta personas en una academia de policías de Yemen. Tampoco viajarán los líderes mundiales a Túnez, de donde eran los dos periodistas asesinados (habían sido secuestrados en septiembre en Libia) al mismo tiempo que los humoristas del Charlie Hebdo. Eso no importa a nadie. Quizá miremos a Nigeria el día que Boko Haram toque a nuestra puerta.

Je suis Charlie. Creo en la libertad de expresión. Creo en la libertad en general. Creo en el respeto entre seres humanos. Y me molesta profundamente la hipocresía de la gente que nos manda.

5 comentarios:

Víctor Garijo dijo...

Levas toda la razón, de las "otras" víctimas es indignante que no se hable porque que yo sepa son igual de humanas que los franceses y estadounidenses. Pero este es un país de mierda e hipócrita, qué esperas? Yo ya estoy harto. Y tú también.

dezaragoza dijo...

Nigeria tiene entre otras cosas como recursos naturales: bauxita, oro, estaño, carbón, petróleo, bosques, tierras irrigadas... además es un gran cliente de productos cárnicos, tecnología e industria y de armas.
Por eso a "nadie" le interesan ciertas fotos en según que países. Tampoco en Nigeria, donde el presidente y sus opositores siguieron con su campaña mientras se seguía con los atentados.

Y por cierto, y cambiaría el diseño del blog, muy especialmente la elección de colores (puro criterio personal pero sobre todo de marketing).

Por lo demás: llamar hipócritas a los idem cuando es vox pópuli no es precisamente un aporte demasiado profundo ni currado. Dicho sea desde el respeto y el cariño, pero tú puedes mucho más y por tu profesión se espera mucho más.

Kurtz dijo...

Malloquín: Somos muchos los que nos estamos hartando ya de toda esta hipocresía que, si bien no es nueva, cada vez resulta más indignante.

Dezaragoza: Es cierto que llamar hipócritas no es algo demasiado curro. De hecho, el adjetivo lo he utilizado por el hashtag #JeSuisHypocrite que se está utilizando en Twitter y que da título al post. Acepto tus críticas e intentaré en el futuro mejorar la calidad. Al fin y al cabo, llevo mucho tiempo escribiendo, son muchos textos, y no siempre iban a salir perfectos ;)
También reconozco que en el texto hay más de rabia que de otra cosa; de la rabia por los atentados; de la rabia contra los hipócritas y de la rabia contra las acciones de Boko Haram.

Ana A dijo...

Que a los actuales gobernantes españoles no les guste la libertad de expresión es normal. No hay más que ver su ADN político indisimulable, lo que pasa es que no nos enteramos o no queremos enterarnos

Kurtz dijo...

Creo que, en muchos casos, más bien muchos no se quieren enterar. Concretamente, los once millones de personas que votaron al PP en las últimas elecciones.