

Y es que es normal que piense que todos van a por él. Él, que es incapaz de venderse por tres trajes (si se vende, se vende por más). Él que es el más pobre de entre los políticos valencianos y que es casi mileurista en una tierra donde todos nuestros políticos cobran más que él. Yo le empiezo a comprender. Pobrecico. Da una lastimica.

Pero Camps ya se ha levantado y ha dado un golpe en la mesa: Si le echan, Camps montará su propio partido. Ahí, con un par. Lo que me pregunto es quién votará a Camps, porque si bien el PP se ha convertido en el partido regional valenciano gracias a él, los blaveros no están muy contentos con el presidente valenciano (y menos con declaraciones como la de la Senyera). Siempre podrá intentar algún que otro delito electoral como los cometidos, presuntamente, en las elecciones de 2008.

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