Hace un par de días se produjo una de esas situaciones políticas que tanto nos avergüenzan a los ciudadanos (o deberían avergonzarnos). Se produjo en el Senado, cuando acudió allí Zapatero. Los senadores del PSOE lo ovacionaron. Los del PP, golpeando el suelo con los pies o los escaños con la mano, gritaban: "Zapatero, dimisión"y "Oé, oé, oé". Y los del PSOE respondieron gritando: "Gürtel, Gürtel".
Y yo me pregunto, ¿eso era el Senado o era un estadio de fútbol? ¿Las personas que allí se encontraban eran senadores o hooligans?
No me extraña que nos esté cayendo la que nos está cayendo por todos los lados.
No creo que los ciudadanos se deban avergonzar sino enfadar, que es distinto...
ResponderEliminarPero antes, tendremos que saber por qué nos enfadamos. Y eso no se dará hasta que nos demos cuenta de que nuestra clase política es de tercera división.
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