Con el conflicto entre Rusia y Chechenia como telón de fondo, la película nos traslada a una pequeña ciudad rusa donde se celebra un juicio contra un joven checheno, acusado de asesinar a su padrastro, un condecorado oficial del ejército ruso. Como el tribunal está en obras, el juicio se celebra en un colegio y el jurado, formado por los doce hombres que deberán decidir la suerte del muchacho, son encerrados en un gimnasio. Ahí es donde transcurre toda la película, en ese gimnasio con las doce personas discutiendo si el joven es culpable o inocente.
De vez en cuando, se intercalan escenas impactantes que, solo al final de la película tendrán sentido, como la del perro portando algo brillante en su boca, que se repite a lo largo de la película hasta que se descubre lo que es esa cosa brillante. Entre líneas se puede leer una reflexión, como he dicho antes, del conflicto ruso-checheno.
La única tara que le encuentro a la película es su excesiva duración que la hace caer en puntos muertos y escenas prescindibles. Pero, por lo demás, es una película bastante interesante. No es mejor que Doce hombres sin piedad, pero se deja ver.
Tomo nota de la recomendación.
ResponderEliminarYa me dirás si te gusta.
ResponderEliminary yo.........
ResponderEliminarbesitoss
O sea, que puedo pasar sin verla ¿no? Besitos y feliz semana.
ResponderEliminarDiariodeunamujersola: me remito a la contestación a Jovekvic.
ResponderEliminarBesitos.
Isabel romana: es interesante la película, pero se hace un poco larga.
Besitos e igualmente.